Saludo del alba

Saludo del alba

¡Cuida bien de este día!
Este día es la vida,
la esencia misma de la vida.
En su leve transcurso
se encierran todas la realidades
y todas las variedades de tu existencia:
el goce de crecer,
la gloria de la acción
y el esplendor de la hermosura.
El día de ayer no es sino un sueño
y el de mañana es sólo una visión.
Pero un hoy bien empleado
hace de cada ayer un sueño de felicidad
y de cada mañana una visión de esperanza.
¡Cuida bien, pues, de este día!

                         (Del Sánscrito)

Juan Ramón Jiménez
«Diario de un poeta recién cansado»

La Navidad es solo de los «pobres»…

La Navidad es solo de los «pobres»…

Nos han acostumbrado tanto a relacionar la pobreza con la economía que incluso en la Iglesia hemos caído en esa trampa. Claro que hay pobres con carácter económico, pero también es cierto que hay gente tan pobre que lo único que tienen es dinero…

¿Qué es un «pobre»? El que no tiene lo necesario para vivir o que lo tiene con escasez. Pero esta definición no se limita solamente a lo económico ni a lo meramente material… Pobre es el que tiene alguna limitación que le impide ser tal cual Dios quiere que seamos. Pobre es el que no sabe salir por sí mismo de sus limitaciones que le obstaculizan para llegar a conocer a Dios y ser feliz… Yo soy un pobre… ¡Perdóname Dios por ser tan pobre…!

La gente de nuestro ambiente no se muere de hambre pero sí se muere por la falta de sentido de sus vidas; por el vacío de su existencia, por la desesperanza de que el ser humano y el mundo puedan cambiar. Tienen la despensa llena, la cuenta del banco saneada, la seguridad institucionalizada, pero ellos saben que todavía les falta algo.

La mayoría de los pobres que conozco son pobres de fe, de esperanza, de amor. Muchos ya dicen como aquel escritor del siglo pasado: «La felicidad es un invento de los ingleses…». Estoy convencido que dentro de pocos años los grupos de Cáritas parroquiales, que tanto bien hacen, repartirán más esperanza que comidas…

El portal de Belén no es otra cosa que el recuerdo constante de nuestras pobrezas, que puestas ante el Niño Jesús desaparecen por el inagotable amor de Dios. Deja que Dios te «despobrezca».

Descubre tus pobrezas y ponte siempre de camino ante el portal para que allí de rodillas sea Jesús quien te levante y te haga rico con su eterno amor. Y en ese camino hacia el portal encontrarás a otros que hacen el mismo sendero con la humildad del pobre, eso es lo que llamamos la Iglesia… somos aquellos pobres que año tras año vamos en busca de quien nos busca.

Feliz Navidad.

Autor: Mario Santana Bueno

Enlace: https://diocesisdecanarias.net/dequetevale/

¡Ay! de Jesús Nazareno

¡Ay! de Jesús Nazareno

En un portal de Belén
yace Jesús Nazareno.
—Tibio rayito de luna
en una noche de truenos—
La Virgen Madre lo mece
con amoroso contento.
—Rubio manojo de espigas
curvado al soplo del cierzo—
por un camino de olivos
vienen los Reyes urdiendo,
en un telar de ilusiones
regios castillos al viento.
«El Niño Dios ha nacido
dicen los Reyes ingenuos,
ya no habrá niños descalzos
ni corazones perversos.
Ya no habrá pueblos vencidos,
ni esclavos blancos y negros…
¡El corazón de las Hostias
late en su dulce Evangelio!».
La nueva, corre que corre,
corre veloz como el viento;
entra al palacio de Herodes,
queda en el aire en suspenso.
¡Ay! de los tiernos infantes
¡Ay! de Jesús Nazareno
¡Ay! de los pueblos vencidos
¡Ay! de los Reyes ingenuos …
Tras un rebaño de ovejas
viene un pastor repitiendo:
«El Niño Dios ha nacido»,
y sopla feliz de su cuerno.
«El Niño Dios ha nacido
venid pastores a verlo.
Coged los pavos más gordos,
cargad los pollos más tiernos…
que el Niño Dios nos aguarda
en un establo del pueblo».
La nueva, corre que corre,
corre veloz como el viento;
entra al palacio de Herodes
queda en el aire en suspenso.
¡Ay! de los tiernos infantes
¡Ay! de Jesús Nazareno
¡Ay! de los pobres pastores
¡Ay! de los Reyes ingenuos.

       Gioconda Bertioa

Soneto de María al dar su primer beso al Niño Jesús

SONETO DE MARÍA AL DAR SU
PRIMER BESO AL NIÑO JESÚS

Cuando al tocarte hoy por vez primera
vi en tu carne temblar el infinito,
todo el cosmos lloraba con tu grito
y todo el mar rozaba mi ribera.

Cuando al cantar mi nana prisionera
de este tiempo que nace ya marchito
te arropé en el pesebre, tu bendito
mirar desheló el frío en primavera.

Pero al chocar mis labios con tu frente
transparencia de Dios, flor de la sierra,
en la cárcel saltó de gozo el preso

y el pobre se hizo rico de repente.
Un milagro de luz nació del beso
y un chasquido de amor quemó la tierra.

    Pedro Miguel Lamet, S.J.

Nacimiento de Dios

Nacimiento de Dios

Y Tú, Señor, naciendo, inesperado,
en esta soledad del pecho mío.
Señor, mi corazón, lleno de frío,
¿en qué tibio rincón lo has transformado?

¡Qué de repente, Dios, entró tu arado
a romper el terrón de mi baldío!
Pude vivir estando tan vacío,
¡cómo no muero al verme tan colmado!

Lleno de Ti, Señor; aquí tu frente
que vuelve a mí sus múltiples espejos
y abrillanta mis límites de hombre.

Y yo a tus pies, dejando humildemente
tres palabras traídas de muy lejos:
el oro, incienso y mirra de mi nombre.

                     José García Nieto