Señor, tú conoces nuestro interior

Señor, tú conoces nuestro interior

Señor, tú conoces nuestro interior, nada se
oculta a tu mirada.
Sabes de mis actitudes y motivaciones más
profundas.

Aunque me cueste, Señor, ante ti solo puedo
decir mi verdad.
Ante ti no hay sitio para la mentira, el engaño
y el disimulo.

Hoy quiero decirte mi Verdad, esa que solo
sabes Tú,
y yo casi no encuentro palabras para
nombrarla.

Señor, sabiendo de tu acogida y de tu amor
incondicional,
mis miedos se disipan,
mis dudas desaparecen
y me quedo desnudo ante ti.

Tú y yo, solos,
sin testigos ni fotos,
con todo lo que soy,
con todo lo que quiero ser.
En humidad.
Mi verdad y tu verdad.

Aureliano García Manzanal

Id y pregonad

Id y pregonad

Id y pregonad
por pueblos y ciudades,
barrios, plazas y calles,
llanuras, valles y montes,
caminos, veredas y cruces,
que la muerte no tiene la última palabra,
que Jesús ha resucitado como lo había dicho
y está con nosotros abriéndonos la vida.
Que el amor ha granado en los corazones,

perfumando nuestra tierra e historia,
y que se da gratis y a manos llenas
a quien lo necesita, acoge y gusta.
Susurradlo al oído de toda persona,
anunciadlo de puerta en puerta
y que todos oigan tan buena noticia.
Decid que han florecido la paz y la justicia,

que todos somos personas dignas,
muy diversas y muy iguales,
gracias al Espíritu que nos hace y anima;
que la tristeza ha sido destruida
y nunca más habrá muerte, odio y guerra,
y que la Pascua siempre será florida.
Proclamad lo que estáis viendo ahora,

que tenemos un pan y vino que nos alimentan
y una casa de encuentro solariega,
con ventanas y puertas abiertas,
a la que podemos ir a cualquier hora
y descansar de tanta fatiga.
Y aunque ello no nos sacia, nos da gran alegría.
Id y pregonad

que Jesús Nazareno ha resucitado
y está aquí,
en nuestro camino, historia y vida.

Florentino Ulibarri

Más que eterno

Más que eterno

¡Ansia de eternidad! Señor, ¿acaso . .
no es suficiente ya con esta vida,
con esta hermosa noche concedida,
límite entre tu aurora y nuestro ocaso?

¿Si la luz de esta noche en que me abraso,
si el fuego en que mi sangre está encendida
no colman mi ambición en su medida,
dime qué tierra medirá mi paso?

¿Qué cielo exigiré para mi frente,
qué luz para mis ojos y qué fuego
para este corazón tan vehemente ?

Será inmortal. ¿Y alcanzaré el sosiego?
¿La eternidad será, al fin, suficiente?
No, siempre, siempre pediré más, luego.

Vicente Gaos

Este es el tiempo del Dios de la vida

Este es el tiempo del Dios de la vida

Este es el tiempo del Dios de la vida,
de la vida dada y de la vida realizada,
de la gloria de Dios y de nuestra dignidad perdida.
Es tiempo de presencias y encuentros,

de paz, comidas y abrazos,
de corazones encendidos y trajes blancos,
de envío a rincones lejanos…
Es el tiempo de la experiencia,

del paso del Señor por todas las tierras,
por todos los rincones,
por todas las personas.
Tiempo de flores, sueños y utopías,

de gritos, cantos y aleluyas.
Tiempo de baños e inmersiones,
de confesiones sinceras y comuniones
para ser personas nuevas.
¡Tiempo divino para el ser humano en camino!
Es tiempo de primavera florecida,

de liberación profunda y definitiva
de cadenas, amuletos y miedos,
de señores antiguos y nuevos,
para sentir y vivir la vida.

Florentino Ulibarri

Fue preciso a mi dura rebeldía

Fue preciso a mi dura rebeldía

«Le dijo Jesús: Porque me has visto has creído; dichosos los que sin ver, creyeron» (Jn, 20,29).

Fue preciso a mi dura rebeldía,
ver a Dios abatido y sin aliento,
sus brazos extendidos al tormento,
exangüe y yerto, en manos de María.

Tras su muerte, la Pascua amanecía;
ya es camino de luz el sufrimiento,
y uniéndose a la Vid cada sarmiento,
es vida en Dios, la cruz de cada día.

Permíteme Jesús, que a tu costado,
me acerque con temblor arrepentido,
y allí, como Tomás avergonzado,

sienta tu palpitar y tu latido,
y exclame rostro en tierra anonadado:
Perdón, Señor; porque he visto, he creído.

                   Paquita Sánchez Remiro
(de «Madre de misericordia. Esperanza nuestra»)

Foto: Aníbal Delgado (Perú), en Cathopic.