Foto de María Clementina (Alfonsina) Anuarite el día de su profesión religiosa dentro de la Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia en Bafwabaka.
María Clementina Anuarite Nengapeta nace en un lugar llamado Wamba (el antiguo Congo, país que en aquel entonces era una colonia belga), en el año 1941; aunque se da otra fecha como probable, el 29 de diciembre de 1939. Por lo tanto, atendiendo a esta última, hoy se cumplen setenta y siete años de su nacimiento. Sor Clementina tenía un carácter algo primitivo o áspero, acaso por vivir en una época y lugar muy duros, pero gozaba de un corazón bondadoso. Era una mujer de gran compromiso cristiano y una voluntad en sus quehaceres poco habitual. Su vida estuvo llena de amor a Dios, su gran referente y consuelo. Ante la inminencia de su muerte, tuvo la generosidad y fuerza cristiana de perdonar a su verdugo. Finalmente, es brutalmente asesinada -a golpes de fusil- el 1 de diciembre de 1964. Es conocida también como la «María Goretti africana», pues al igual que la santa italiana murió por defender su virginidad. Una vida la suya de sufrimiento, de perdón y fidelidad. Fue beatificada por S.S. Juan Pablo II el 15 de agosto de 1985. El día de su fiesta litúrgica es el 1 de diciembre.
Existe un deliciosa biografía titulada «Fiel hasta la muerte. Vida y espiritualidad de la Beata M. Clementina Anuarite», de Fray Antonio Bendito, O.P., que es un hermoso testimonio de fe y un recorrido general por el discernimiento vocacional de la monja africana. A continuación, un pequeño fragmento del mismo.
∼
Fiel hasta la muerte
El 15 de agosto de 1985 fue beatificada en Kinshasa una joven religiosa de raza negra: Sor María Clementina Anuarite Nengapeta, de la Congregación Religiosa de la Jamaa Takatifu (Sagrada Familia). Fue glorificada como mártir de la virginidad. Había sido asesinada por los rebeldes simbas el día 1 de diciembre de 1964, al negarse a aceptar las proposiciones de su jefe: convertirse en su mujer, es decir, en su concubina.
La elevación a los altares se ha convertido para nuestro mundo occidental en un evento casi rutinario, y apenas se le presta ya atención. Máxime si se trata de personajes poco conocidos o distantes por razón de lugar y cultura, como en nuestro caso. Por eso, este acontecimiento pasó del todo desapercibido para muchos cristianos. Cosa muy distinta fue para el entonces Zaire (actual República Democrática de Congo) y para los cristianos de África, en general. Fue un acontecimiento de auténtica trascendencia, porque Sor Anuarite era la primera mujer del África negra cuya santidad era reconocida solemnemente por la Iglesia; era el primer santo congoleño que sube a los altares; y era el coronamiento y la confirmación de una Iglesia que llega a su mayoría de edad, justo cuando apenas acababa de celebrarse el centenario de su segunda evangelización.
Pero, sobre todo, la joven mártir Anuarite Nengapeta es el modelo que los jóvenes africanos necesitan hoy con urgencia como guía. Porque eligió morir en defensa de su virginidad y por fidelidad a Cristo, a quien consagrara su vida. Y así les ofrece, en este crítico momento de la historia de su país (en agitada crisis de crecimiento), los valores fundamentales e indispensables para la realización de esa plenitud humana y espiritual a la que aspiran, así como, también, el dinamismo necesario para hacerlos vida, en plena libertad interior.
Anuarite es una mujer africana que supo elegir su camino y defenderlo con firmeza, a pesar de los múltiples obstáculos que tuvo que afrontar: por su condición de mujer, por estar dotada de un sistema nervioso más bien débil, por su pobre formación intelectual y por su humilde origen social.
Revestida de la sabiduría y fortalezas divinas, nos enseña que también nosotros (hombres y mujeres de cualquier edad, raza o condición social) podemos construir el edificio de la propia vida y el de la sociedad sí, como ella, nos apoyamos en el Señor y nos dejamos guiar por su Espíritu.
Fr. Antonio Bendito Hernández, OP. «Fiel hasta la muerte. Vida y espiritualidad de la Beata M. Clementina Anuarite». Editorial Mundo Negro (2005).
Debe estar conectado para enviar un comentario.