Toda la historia es sagrada

Toda la historia es sagrada

Una cruz honda sobre el tiempo,
sobre los libros comunales,
sobre el camino que buscamos,
sobre quien hace lo que importa,
sobre quien dice lo que ve.

Una cruz terca contra el odio,
contra el ritual de los injustos,
contra los látigos expertos,
contra el emblema de venganza,
contra quien viene a demoler.

Una cruz suave entre las mieses,
entre el brotar del agua fresca,
entre los gestos laborales,
entre el reposo compartido,
entre el pan tierno y el mantel.

Una cruz rota en las trincheras,
en los espinos carcelarios,
en la ordenanza de dar muerte,
en las paredes fusiladas,
en tanta sangre que vencer.

Una cruz alta sobre el aire,
sobre relojes de esperanza,
sobre los páginas en blanco,
y una cruz viva sobre un monte
y sobre el tiempo de después.

Una cruz honda sobre el tiempo.
una cruz terca contra el odio,
una cruz suave entre las mieses,
una cruz rota en las trincheras,
una cruz alta sobre el aire,
porque toda la historia es sagrada.

´   Enrique Badosa

La silla

La silla

Silla de junto al lecho que la figura adquieres
de mis cansados hombros al sostener mi traje
sostén de mi fatiga paréceme que eres
tú me hablas en silencio yo entiendo tu lenguaje.

La lámpara agoniza y tu piedad escucha
entre la ropa aún tibia el palpitar del pecho
yo pienso que mañana ha de volver la lucha
cuando de ti recoja mi traje junto al lecho.

Y en la callada noche humilde silla amiga
mientras de ti pendiente parece mi fatiga
siento crecer la fuerte virtud de la paciencia.
 
Mirando de la lámpara bajo la triste luz,
tu sombra que se alarga y evoca mi existencia
y alcanza los serenos contornos de la Cruz.

     Domingo Rivero

Hay ojos que miran

Hay ojos que miran

Hay ojos que miran, -hay ojos que sueñan,
hay ojos que llaman, -hay ojos que esperan,
hay ojos que ríen -risa placentera,
hay ojos que lloran -con llanto de pena,
unos hacia adentro -otros hacia fuera.

Son como las flores -que cría la tierra.
Mas tus ojos verdes, -mi eterna Teresa,
los que están haciendo -tu mano de hierba,
me miran, me sueñan, -me llaman, me esperan,
me ríen rientes -risa placentera,
me lloran llorosos -con llanto de pena,
desde tierra adentro, -desde tierra afuera.

En tus ojos nazco, -tus ojos me crean,
vivo yo en tus ojos -el sol de mi esfera,
en tus ojos muero, -mi casa y vereda,
tus ojos mi tumba, -tus ojos mi tierra.

Miguel de Unamuno

AMOR-DEI

AMOR-DEI
El infinito se miró a Sí mismo:
Se conoció: era inmenso, sin fronteras…
Y su infinito y fiel Conocimiento
fue –Dios Hijo– su Verbo, Eterna Idea.

Y al conocerse, amóse:
y fue su Amor –Amor de Dios– su Esencia,
que con alas de nívea Paloma
entrelazó sus Sienes sempiternas.

¡Dios se amó! Y al amarse, de sus ojos
–puro gozo hecho luz– brotaron perlas,
que el beso de sus labios
tradujo en impalpables gotezuelas…

¡gotezuelas de aljófar que han formado
los mundos que el azul del éter pueblan!

José Castor Quintana Sánchez (1948).