Siempre a tu lado

«Yo te curo, Dios te sana», decía Martín con grande conciencia del inmenso amor del Señor que ha gustado siempre de tocar el corazón de los hombres con manos humanas.

San Martín de Porres ofrece un último cuenco de agua. El agua significa pureza y cuando es entregada con amor se convierte en el más exquisito brebaje aunque muchas veces el dolor y la ausencia de fe nos hagan incrédulos a esto. El personaje echado representa un final doloroso pero esperanzado. La luz blanca que entra desde la parte superior izquierda e ilumina a fray Martín representa la presencia de nuestro Creador Dios y Padre, que no nos desampara aún en los momentos más difíciles; mientras que la luz de la vela encendida es la esperanza y calor que nunca debe faltarnos. Una luz que está al lado de las personas que caminan con Cristo en sus corazones, quien en los momentos más oscuros de nuestra vida basta mirar hacia arriba para sentir que su presencia ilumina nuestras almas.

El espíritu de bondad de fray Martín y la pureza de su alma se ven reflejados en su rostro, en su amor incondicional hacia los más desvalidos, en la calidad de sus actos aún en sus últimos momentos. Dándonos, con su ejemplo, la fuerza de amor necesaria para una entrega generosa, especialmente hacia los más débiles en esta sociedad.

Con la obra «Siempre a tu lado», óleo sobre lienzo (100×80), Marco Antonio Raymundo Sulica, (1978. Lima, Perú), ganó el primer premio del concurso «Pintura rápida» organizado por los dominicos de Perú con motivo de la fiesta de San Martín de Porres. Su magnífico dossier avala su arte bello, minucioso, realista, tanto en óleo como en acuarelas. Fino observador del paisaje y de la vida de las gentes. Profesor de la Escuela de Bellas Artes de Lima. Técnica muy depurada, muy cuidada y puntillosa, que produce en el espectador una impresión de serenidad y profundidad que convierte el tiempo en verdadero goce estético.

Fuente: Revista Amigos de Fray Martín (Enero-Febrero, 2018 – nº562)

Soledad amarga, dulce soledad

                               Soledad

Soledad. Soledad cantada por tantos poetas.
Soledad amarga, dulce soledad,
porque tú eres, a ratos amarga, triste, negra, ingrata…
y, a veces tan suave, tan dulce,
tan queda y amable…
De Dios instrumento en su inmensa obra de santificar
siendo tú, en su diestra,
cual diente de acero,
desgarra del alma vicios y miserias;
que así, sola ella, palpe que es la nada, sienta su impotencia.
¡Oh alma que llegas a sentirte presa de esta soledad!
humildad profunda sacarás de ella
y esta será base de tu santidad.
Llegarás, pasada la prueba,
y aún estando en ella,
a bendecir la diestra que así, tan cruelmente
te hiere, te pena.
Designios de amor son los que ella encierra.
Soledad
luego tan amable cuando el alma vuelve la luz y la paz,
entonces, en ti sumergida, te busco y te busco,
sola, sola, sola
yo quisiera estar.
Que me dejen sola todas las criaturas
que aquí, en soledad habla Dios al alma…
«Sola con Él solo», dulce soledad…

Sor María Esclava, O.P.

Quiero hacer con mi vida una oración

Quiero hacer con mi vida una oración

Quiero hacer con mi vida una oración,
agradecer tus gracias y tus dones,
pedirte, mi Señor, que me perdones,
y poner a tus pies mi corazón.

Yo quiero compartir tu redención,
basar en tu verdad mis ilusiones,
servirte diligente en tus misiones
y, al final, merecer tu bendición.

Eres mi amor, mi amigo, mi cobijo.
Como el ladrón, que tu bondad bendijo,
condúceme hasta el Reino de tu Padre.

Oye el ruego que humilde te dirijo,
dile a María: ahí tienes a tu hijo.
Y dime: hijo, ahí tienes a tu Madre.

Emma-Margarita R.A.-Valdés
(Versos de amor y gloria)

Tu beso, mi Dios (poema)

Tu beso, mi Dios

Quiero un beso en el alma, lo preciso,
beso blanco de hostia perfumada
y vivir de ese beso no el momento,
sino toda su esencia inmaculada.

Bésame, como el mar besa la playa,
como el sol, al salir, le besa al lirio;
pon tus labios de escarcha en mi corola,
pon tus labios de fuego en mi delirio.

Tu beso embriagador rasga el oriente,
y en tus labios florece aurora pura;
a tus besos declina ya la tarde
y surgen las estrellas con premura.

Es tu beso el que mece la azucena
y el que hace brotar la campanilla;
y el que mima las rosas y los nardos
y cuida la violeta tan sencilla.

Tu beso es de galán, de padre, de flor,
tu beso es suave brisa y luz del día,
tu beso es de placer, cielo y amor,
tu suave beso es música y poesía.

Pon tu beso en mi alma enamorada,
languidezco en la espera…
al contacto de tu Hostia tan ansiada
déjame que te quiera.

                  Don Desiderio

Imagen ilustrativa: «Virgen Eucaristíca», óleo de Jean Ausguste Dominique Ingres.

A la Iglesia de San Francisco de La Orotava

Iglesia de San Francisco de La Orotava

En la tierra, pedacito de cielo a cubierto
es nuestro recoleto templo franciscano,
que –confidente– aleja de lo mundano
y nos da cobijo en su Cristo del Huerto.

Naciste bajo la Orden Seráfica
con la palabra de Dios como cimiento;
florece en tu interior el recogimiento,
paz y bien que tu Santo Patrón glorifica.

Ya llega el tañido de tu vieja campana,
llamada a las dos villas a la oración:
un canto a San Juan y a la Concepción
cuya voz nunca se oyó tan cercana.

A tu vera, el sagrado camposanto
donde los difuntos en paz descansan
y en su recuerdo los vivos se amansan,
pues también la nostalgia acaba en llanto.

Tarde de domingo de Ramos;
abren tus puertas a la evocación:
es el sufrir del Señor en su Pasión,
getsemaní que todavía lloramos.

Suena la música, el nudo en mi garganta.
La Soledad acompaña al que es su vida:
ahí va tu Hijo en su dolorosa partida
marcando el paso de nuestra Semana Santa.

Se agiganta el entorno con la sombra:
brota la noche en el drago y los cipreses,
elevando al cielo flores que son preces
en memoria de quienes te dieron justa honra.

En mi conciencia se aligera el quebranto
adentro con la Virgen de la Caridad,
que en su aceite rezuma santidad
y en la leyenda prendió el encanto.

Guardan los muros el debido secreto
y añora la historia que era fecunda,
pero que el hombre ávido refunda
cuando vencido firmó un mal decreto.

Convento, hospital… lugar señorial;
en mi retina grabada un hermoso lienzo
imagino lo que fue el antiguo San Lorenzo:
¡Cinco veces centenario es nuestro Escorial!

                 José J. Santana, La Orotava.

El antiguo convento franciscano de San Lorenzo de La Orotava fue fundado en 1519, por lo que el próximo año será la efemérides del 500 aniversario fundacional. Para dicha conmemoración, la Franciscana Hermandad del Santísimo Cristo del Huerto y Nuestra Señora de la Soledad llevará a cabo distintos actos bajo el lema «como Francisco, llamados a ser piedras vivas en la iglesia del Señor». El primer acto relevante ha sido la presentación del logotipo, con un diseño ciertamente interesante y cargado de simbolismo. Desde esta página queremos dar la enhorabuena por tan emotiva celebración.

* * *

San Francisco de La Orotava, por Alfonso Trujillo Rodríguez (Biblioteca Virtual Viera y Clavijo)

Foto 1: Presbiterio de la iglesia con motivo de la festividad de San Francisco de Asís. Gentileza de Juan Luis Bardón.

Foto 2: San Francisco y su entorno a finales de la década de los sesenta.

Se permite la reproducción de este poema haciéndose mención a su autor.