Bajo la dirección personal de Sor Lucía, vidente de Fátima, y con la rigurosidad debida, realizó la primera representación exacta de la Virgen de Fátima. Una obra maestra para dar honor a nuestra madre bendita.
«El que se enaltece será humillado,
y el que se humilla será enaltecido»
Todo es bueno cuando San Martín se encuentra en los hogares y en los corazones.
Thomas (Matthew) McGlynn nació el 23 de mayo de 1906 en la localidad de Petaluma, Estado de California (EE.UU). Su padre, Frank McGlynn, era un artista de reconocido prestigio que había cobrado fama por un retrato del presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln. Thomas recibió el hábito de la Orden Dominicana el 8 de septiembre de 1925, tomando el nombre religioso de Hermano Mateo (Matthew). Fue ordenado sacerdote el 20 de mayo de 1932 en la iglesia de Santo Domingo, Washington, DC, por el Arzobispo de Baltimore (Maryland), Michael J. Curley.
Thomas McGlynn se diplomó en escultura por la Real Academia de Roma, en 1934. Luego estudió en la Cranbrook Academy de Bloomfield Hills (Estado de Michigan), bajo la dirección del afamado escultor de origen sueco Carl Milles. Posteriormente, fue asignado a la Parroquia de Santa Mónica, Raleigh (Carolina del Norte), en el año 1947. En 1954 fue destinado al Priorato de San Esteban, en Dover (Estado de Massachusetts). Este seguiría siendo su casa formal de asignación, incluso durante el tiempo que vivió en Pietrasanta, en la costa norte de la Toscana (Italia).
Después de un polifacético y prolijo ministerio apostólico como maestro y predicador marchó en 1956 a Pietrasanta, Italia, para esculpir la estatua de Nuestra Señora de Fátima. Permaneció en el país transalpino hasta su muerte prematura, 3 de septiembre 1977 -precisamente hoy hace 39 años-, acontecida en una visita a la casa de su hermana en Glen Cove, Nueva York. Su obra se encuentra repartida principalmente en Estados Unidos; encontrándose también trabajos suyos en algunos países de Europa e incluso en el Vaticano.
También como destacado escritor se interesó por las relaciones entre los diferentes grupos raciales y la discriminación racial, escribiendo una obra de teatro sobre este tema. Cuenta que durante su juventud no fue realmente consciente del hecho discriminatorio, en muchos aspectos de la vida cotidiana, de los afroamericanos de su país. Pero al entrar en el sacerdocio McGlynn afirmará: «Mi ‘encuentro’ con fray Martín de Porres cambió todo eso». Asimismo, ideó la primera novena a San Martín de Porres para los estudiantes del prestigioso centro dominico River Forest (Estado de Illinois). Cómo curiosidad, muchos de los estudiantes tenían en las intenciones de la novena la curación de un hermano de Pío XII -a petición del propio pontífice- que se encontraba muy enfermo. Sucesivamente, llegarían muchas cartas de personas para dar gracias a los hermanos dominicos y a Fray Martín por los favores recibidos a otras muchas peticiones.
Escultura de Fray Martín por Thomas McGlynn, O.P.: San Martín de Porres mantiene levemente su cabeza hacia abajo, con los ojos cerrados, en profunda reflexión u oración.
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