Capilla de Nuestra Señora de Montserrat (Sevilla)

SMP Capilla Montserrat, Sevilla

Actual imagen de San Martín de Porres en la Capilla de Montserrat. (Foto: Juan Luis Bardón)

SMP Capilla Montserrat

En los años 60 existía una pequeña imagen de nuestro Santo, que tanta devoción recibe en Sevilla.  

La Capilla de Nuestra Señora de Montserrat, Sede Canónica de la Hermandad que lleva su mismo nombre, fue construida por el gran arquitecto del barroco sevillano Leonardo de Figueroa a comienzos del siglo XVIII, concretamente entre los años 1704 y 1710. Se encuentra en la conocida calle sevillana de Cristo del Calvario, frente a la iglesia de Santa María Magdalena.

Anteriormente fue sede de la extinta Hermandad de Nuestra Señora de la Antigua y Siete Dolores, que la edificó tras adquirir a los dominicos un viejo patio de caballerizas del convento de San Pablo.

El edificio se concibe a partir de una planta rectangular articulada en una nave cubierta con bóveda de cañón y lunetos. La bonita fachada presenta un paramento avitolado; destacando la portada, con un gran moldurón que se pliega en los ángulos y atribuida a Matías José de Figueroa, siendo renovada parcialmente años más tarde por Diego Antonio Díaz. En la parte alta de la fachada se encuentran tres hornacinas con pinturas al fresco que representan a: Santa María Magdalena, a San Juan Evangelista, y en la parte central a Nuestra Señora de la Antigua y Siete Dolores. A ambos lados de la puerta encontramos los retablos cerámicos del Santísimo Cristo del Conversión del Buen Ladrón y Nuestra Señora de Montserrat, titulares de la Hermandad. En la misma fachada, en uno de los laterales inferiores, existe también un limosnero con un azulejo con la imagen de Fray Martín del pintor ceramista Facundo Peláez.

En su interior, de una sola nave dividida en tres naves con coros a los pies y presbiterio, destacan el Cristo de la Conversión del Buen Ladrón (Juan de Mesa, 1610) y la Virgen de Montserrat (Gaspar de la Cueva, 1607), encontrándose ambas imágenes en el retablo principal, de estilo neoclásico. También mencionar una imagen de la Virgen del Rosario, de Cristóbal Ramos en 1787. La capilla cuenta además con otras piezas de imaginería bastante interesantes y una buena colección de pinturas del siglo XVII. Sin duda, un lugar digno de visitar.

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fachada

Leyendas de Sevilla: Capilla de Montserrat

Hermandad de Montserrat

Convento de Santa Catalina de Siena, «Las Catalinas» (Antequera, Málaga)

Convento de Santa Catalina de Siena (Antequera - Málaga)

San Martín de Porres - Monasterio de Las Catalinas, Antequera (Málaga)

Imagen de San Martín de Porres en la iglesia del Convento de Las Catalinas (Antequera), que cuenta con una gran devoción. 

Este convento de Santa Catalina de Siena, conocido popularmente como convento de Las Catalinas, se encuentra situado en el municipio de Antequera (provincia de Málaga), y pertenece a la orden de las Religiosas Dominicas. Está situado en la Plaza Coso Viejo frente al Palacio de Nájera, un antiguo palacio particular muestra de la arquitectura civil barroca de la época y hoy en día convertido en el Museo Municipal de Antequera.

La primitiva iglesia fue sustituida por la actual, de planta de típica iglesia conventual: una sola nave, capilla mayor y coro bajo a los pies. En el exterior es de una gran sencillez, destacando diversos elementos de la fachada, como son la torrecilla de la esquina, la rítmica serie de celosías altas y la portada de ingreso al templo, muy simple de composición y que parece inspirada en la que Melchor de Aguirre realizara para la Iglesia de San Juan de Dios de Antequera. Tiene una decoración interior de yeserías de estilo barroco y formas vegetales, y se debe a Antonio Rivera. En el retablo mayor destaca la Virgen del Rosario, obra probablemente de Diego Márquez y Vega.

En el aspecto pictórico destaca una Anunciación del siglo XVI y la reproducción de dos imágenes de gran devoción: el Dulce Nombre de Jesús -devoción estrechamente unida a la Orden de los dominicos- del convento de Santo Domingo de Antequera y la Virgen de las Angustias de Granada.

También destacar que el templo acoge distintos actos en honor a la Virgen del Rosario en el mes de octubre (últimos días de septiembre y hasta el 7 de octubre). Otro culto importante es el triduo a San Martín de Porres en los días previos a su festividad, con gran concurrencia de fieles y devotos. El templo abre todos los miércoles durante la jornada de la mañana y  tarde.

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convento santa catalina de siena

Madres Dominicas Antequera

Salutaciones al Sacratísimo Corazón de la Virgen María

Inmaculado Corazón de María

María es “vida, dulzura y esperanza nuestra”

La Santísima Virgen María presentó -a uno de los videntes de Fátima- su Corazón adorable como refugio seguro y camino de vida que conduce a Dios. El Corazón de Jesús quiere que conjuntamente con su corazón sea venerado el Corazón Inmaculado de María: dos corazones que aman a todos y cada uno de los hombres, en cualquier tiempo. Hoy, en íntima reciprocidad, sus hijos y devotos rinden un merecido homenaje de su amor, renovando con unción santa su consagración a María: así como Madre, Salvadora del Mundo y áncora de Salvación. Por ello, nuestra esperanza ha de venir por medio del amor a María y a cuanto significa su hermoso corazón (¡Oh Dulce Corazón de María, sed la salvación mía!).

Salutaciones a la Santísima Virgen

1º: Os saludo, Corazón santísimo de María,
con el coro de los Serafines, y os
suplico que me alcancéis un corazón
verdaderamente grande para amar y
servir a Dios y para hacer bien a todos
los hombres. Ave María.

2º: Os saludo, purísimo Corazón de
María, con los Querubines y os ruego
me alcancéis una caridad llena de
amabilidad. Ave María.

3º: Os saludo, perfectísimo Corazón de
María, con el coro de los Tronos, confiando
que me obtendréis la gracia de
ser compasivo de corazón. Ave María.

4º: Os saludo, Corazón amantísimo de
María, con el coro de las Dominaciones,
suplicando me concedáis el verdadero
fervor. Ave María.

5º: Os saludo, Corazón rectísimo de María,
con el coro de las Virtudes, esperando
me concederéis la limpieza de
corazón. Ave María.

6º: Os saludo, Corazón fidelísimo de
María, con el coro de las Potestades, y
os ruego que me alcancéis la mansedumbre.
Ave María.

7º: Os saludo, Corazón clementísimo de
María, con el coro de los Principados,
esperando que me ayudaréis a ser humilde
de corazón. Ave María.

8º: Os saludo, Corazón piadosísimo de
María, con el coro de los Arcángeles,
confiando que me alcanzaréis fortaleza
para cumplir siempre la santa Ley
de Dios. Ave María.

9º: Os saludo, Corazón prudentísimo
de María, con el coro de los Ángeles,
suplicando me alcancéis la paciencia
y resignación en los trabajos y sufrimientos. Ave María

virgen maría y niño jesús

El Admirable Corazón de la Madre de Dios explica el amor que María ha tenido a Dios y a sus hijos, los hombres.

El corazón de María es la fuente y el principio de todas las grandezas, excelencias y prerrogativas que la adornan, de todas las cualidades eminentes que la elevan por encima de todas las criaturas, hija primogénita del Padre, madre del Hijo, esposa del Espíritu Santo y templo de la Santísima Trinidad…Este santísimo corazón es la fuente de todas las gracias que acompañan a estas cualidades…y además que es la fuente de todas la virtudes que practicó…Porque fueron la humildad, la pureza, el amor y la caridad del corazón lo que la hicieron digna de ser la Madre de Dios y consiguientemente poseer todas las dotes y prerrogativas que acompañan a esta excelsa dignidad.

San Juan Eudes

Corazón de María 1

El Corazón admirable de la Madre de Dios, por San Juan Eudes

Fiesta del Inmaculado Corazón de María Santísima

El arte de las alfombras de La Orotava (Infraoctava del Corpus Christi)

corpus orotava

Las alfombras, realizadas de manera minuciosa y entusiasta, se destinan a ser holladas por el devoto cortejo que acompaña al Verbo Humanado… bella manifestación de los sentimientos religiosos de los habitantes de la Villa de Orotava. (Imagen: «Procesión del Corpus de La Orotava», pintura al óleo del tinerfeño Celestino Mesa)

Al atardecer, entre vuelos de palomas, repiques de campanas, cánticos eucarísticos y nubes de incienso, sale de la Parroquia de la Concepción su Divina Majestad, rodeada de luces y platas, espigas y pámpanos, en el Sol, rutilantes de oros, del Ostensorio. Marcha, a través de las calles, pisando pétalos; las flores del Valle se han deshojado de amor, formando el más rico presente que pueblo alguno ofrenda al Dios del amor.

Unos sentimientos —religiosos, pero a la vez artísticos— que se exteriorizan de manera brillante en la infraoctava del Corpus de La Orotava (jueves siguiente al Domingo de Corpus), dando lugar el compromiso individual a una hermosa creación colectiva como pocos pueblos han logrado: una debida ofrenda al Señor con el fruto de la tierra con que nos bendice. Pero no hay nada eterno en la tierra. Esta escenografía religiosa —la de las alfombras florales orotavenses— es efímera como la vida misma, convirtiéndola aún más cautivadora («no te empeñes en que permanezca lo que por ser ya perfecto debe morir», escribiría a este respecto la poeta Dulce María Loynaz); donde la creación artística —haciendo uso del lema de la alfombra de los Monteverde de 1851— es un «creo, amo y espero»: creo en lo que hago (fe), lo vivo con amor (certeza) y espero con anhelo su culminación (esperanza). Y a partir de ahí un arte consumido en su propia belleza física, pero con un significado que perdura en el amor sublime a la presencia de Jesucristo en la Sagrada Forma.

El sentir de los «villeros» por esta magna celebración se plasma fielmente en el siguiente texto, cargado de verdad y sentimiento, que reproducimos a continuación:

corpus la orotava

El Arte de las Alfombras

La Orotava se ha engalanado, como una novicia, que se dispone a profesar… Se ha puesto sus mejores y más valiosas joyas: desde el magnífico trono refulgente, sobre el que triunfaba la Divinidad entre la orfebrería de la Custodia, hasta los pendientes brilladores de sus nobles damas, ataviadas y endomingadas.
La Villa, coronada de guirnaldas, cubierta con velos de castidad, portando en las manos encendidos pebeteros se ha postrado de hinojos a los pies del Altísimo oculto tras el misterio de las especies sacramentales…
Y yo vi sonreír, cantadora y dichosa, a la Primavera, que volcaba sobre la campiña el tesoro aromado de su canastilla…
La Naturaleza y el Arte se han rendido, a los pies de Cristo en un supremo homenaje de pleitesía.
La Orotava, toda cubierta de joyas, ha celebrado su fiesta eucarística, fiesta exaltada y cantada con solemne clamoreo de campanas.
Cuando el pueblo exterioriza su fe religiosa, cuando tributa su culto externo, la religiosidad toma entonces las apariencias de una bellísima paganía…
He contemplado silencioso y conmovido, el triunfante itinerario de la Hostia Santa por las alfombradas calles orotavenses calles que ascienden penosamente, con la geometría de un grandioso anfiteatro…
Espectáculo significativo y emocionante es el que nos brindan las multitudes, cuando ardidas de fe, siguen silenciosas y pensativas, a Cristo, que, en el misterio de su silencio, habla calladamente a los corazones, que saben escucharle.

corpus orotava 1
Los hijos de la Orotava han cubierto de flores sus calles, mejor dicho, han tendido maravillosos, extraños tapices tejidos de la manera más peregrina, y con el material más frágil y exquisito. Los orotavenses, maestros insuperables e indiscutibles en el arte de las alfombras de flores naturales, hacen anualmente prodigios de su arte bellísimo, arte que es un tributo al Señor, a aquel que cuida, en expresión bíblica, de los lirios del campo.
Mis ojos se han maravillado ante esta grandiosa obra artística, arte de Flora de pura e inconfundible factura orotavense.
Son de admirar la perfección de la línea y la combinación del color que resplandecen en estas alfombras, de la manera más peregrina tejidas, y con el material más frágil trabajadas. ¡Manos de artistas, manos acostumbradas a tocar cosas sutiles y bellas, tienen que ser las que ejecutan estas maravillas de dibujo y de colorido!
¡Manos dignas, manos bendecidas por Dios, manos privilegiadas, que honrarían el pincel, la pluma y el buril, los que tantas cosas artísticas y refinadas han legado a los siglos y a las generaciones; causas instrumentales de los prodigios pictóricos de los eterno? poemas ¡y de la estatuaria imperecedera…!
¡Acaso hayan aprendido los orotavenses ese arte sutil del matiz y del color, en el milagro pictórico que les brinda diariamente el sol desde su gran escenario, que es trono, cátedra y altar… En el Valle el sol, cada atardecer se nos entrega, en un nuevo milagro de color y de luz. Nos da su última despedida el gigante, antes de reposar en los brazos de otro gigante…
El arte de las alfombras es una lógica consecuencia de esta Naturaleza privilegiada, donde soñamos el paraíso perdido, que Milton vislumbrara a través de su genio visionario de artista…
La Naturaleza—¡la madre que nunca nos abandona!—ha enseñado también a los orotavenses este supremo arte sin rival.
Cuando contemplamos las alfombras dudamos si son combinaciones de flores, o tapices, donde el pincel de un artista dejó sus ensueños de gloria, ora telas de estupenda policromía en las que manos marfileñas, adorables manos femeninas, dejaron el prodigio de valiosos bordados—que todo esto parecen las alfombra—.
Y el mérito de éstas estriba precisamente en no ser nada de lo anteriormente evocado, pues si así fueran perderían toda la gracia de su originalidad…
Las alfombras de flores naturales son el Arte y la Naturaleza, en un gesto de rivalidad.
Al contemplar estos tapices naturales, he soñado con las maravillosas sedas de los orientales, con los extraños dibujos de la indumentaria de los egipcios.
Algunas alfombras semejan labores finísimas de cáñamo…
Con las flores hacen estos artistas del dibujo y del color, lo que les place: alegorías caprichosas, símbolos eucarísticos, extrañas figuras geométricas.
Tienen un talento peculiar, genuino para la elección del colorido, para la esfumación de los contornos.
Diríanse las alfombras insospechables juegos caleidoscópicos.
Tienen ellas la fantasía de la arquitectura de los árabes.
Los orotavenses, encierran en un cuadrado, toda su alma, que ese es el secreto del artista dejar su emoción rediviva en la arcilla, en el lienzo, en la cuartilla. Y así lo ejecutan a fuer de buenos artistas.
Las alfombras en el día del Corpus, revisten las solemnidades de un rito.
Me evocan estos artífices a los pacientísimos miniaturistas medioevales, que dejaron toda su bella habilidad en los añejos breviarios, en la página, acaso olvidada de un antiguo libro litúrgico, perdido en el rincón de algún viejo convento…
Las alfombras son la manifestación de manos habilidosas, de temperamentos de artistas, y también los efectos de una Naturaleza fecunda y prodigiosa.
¿Cómo no va a brillar este divino arte de Flora, en la frente de los hijos de la Orotava cuando es ésta el bellísimo rincón donde se han dado cita todas las plantas y flores de todas las zonas y de todos los climas?
Si me preguntaran si existe otra BELLA ARTE, además de las ya consagradas, yo diría que sí; y es el arte de las alfombras de los preclaros hijos de la Orotava.

S. Padrón Acosta
Heraldo de Orotava, Junio de 1923

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Corpus Orotava 1

La Fiesta de las Flores

Qué bella está mi Orotava
cuando llegan sus lindas fiestas!
¡Qué bella está mi Orotava
desborda de alegría el corazón!

Su arte, poema sencillo,
Perfuma el aire con este son.

Por eso yo quiero cantarle a mi pueblo
Un himno sincero de amor.
Que sea homenaje al Ser más divino
Lo expreso con esta canción:

Alfombras de La Orotava
Orgullo de un pueblo noble,
Que las ofrece en plegaria
Al amor de los amores.

Alfombras de La Orotava
Orgullo de un pueblo noble,
Que las ofrece en plegaria
Al amor de los amores.
Alfombras de La Orotava
Ofrenda de lindas flores,

Olor a brezo y retama
Que son cantos de alegría
Para el Cristo que se ama.

¡Fiesta! ¡Flores!
¡Fiesta de las Flores!

Letra: Jesús Rodríguez Delgado
Música: Santiago Reig

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Corpus Christi Villa de La Orotava (2015)

Alfombras del Corpus Christi: «Una ventana al pasado»

Festividad de San José de Anchieta, S.J., apóstol de Brasil y natural de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife)

San José de Anchieta

Yo nací porque
tú mueras,
porque vivas moriré,
porque rías lloraré,
y espero porque esperas,
porque ganes perderé.

(P. José de Anchieta, S.J.)

José de Anchieta (San Cristóbal de La Laguna, 19 de Marzo de 1534 — Reritiba, Ciudad de Anchieta, 9 de Junio de 1597) fue un misionero jesuita y humanista de primer orden: poeta, dramaturgo, filólogo, fundador de ciudades, enfermero, asceta, naturista… Perteneciente a una familia acomodada —de ascendencia vasca por parte paterna y canaria por su madre— pronto fue enviado a estudiar a la Universidad de Coimbra (Portugal), donde cursó estudios de retórica y dialéctica. Era un hombre inteligente y de carácter dulce, pero de gran firmeza en sus ideas. De temprana vocación religiosa, ingresó en la Compañía de Jesús y fiel a su espíritu deseó ir a Brasil como misionero. En enero de 1554, una víspera de la fiesta de Conversión de San Pablo —25 de enero—, José celebró misa por vez primera en un poblado de aborígenes. En este país de América del Sur realizó el «canarino del cielo», como así lo llamaban cariñosamente, una enorme labor humana y religiosa, especialmente con los nativos e indígenas. Asimismo, promovió la conservación y fomento de las lenguas nativas de las que llegó a ser un gran experto. Célebre es la escena, plasmada en lienzos, de cómo trazaba sobre las amplias playas cariocas los salmos cristianos a la par que enseñaba las letras.

Fue uno de los fundadores de la ciudad de Sao Paulo (1554), y también participó en la fundación de Río de Janeiro (1567). Juan Pablo II lo beatifica el 22 de Junio de 1980, llamándole el «Apóstol de Brasil», destacando su celo ardiente e infatigable, su oración continua, su devoción a la virgen y su defensa de los indios contra las injusticias de los colonizadores. (Homilía del Santo Padre durante la misa celebrada en su honor).

El 2 de abril de 2014 el Papa Francisco lo declara santo, elevándolo a los altares por toda la Iglesia universal. Fue declarado santo por decreto, sin una ceremonia formal y sin la necesidad de que se produjera un milagro a través de su intercesión. Se reconoce así la santidad de José de Anchieta por su sobresaliente testimonio de amor a Dios y al prójimo a lo largo de su vida.

También san José de Anchieta supo comunicar lo que él había experimentado con el Señor, lo que había visto y oído de Él. Lo que el Señor le comunicó en sus Ejercicios. Él, junto a Nóbrega, es el primer jesuita que Ignacio envía a América. Chico de 19 años. Era tal la alegría que tenía, tal el gozo que fundó una nación. Puso los fundamentos culturales de una nación en Jesucristo. No había estudiado teología. No había estudiado filosofía. Era un chico. Pero había sentido la mirada de Jesucristo y se dejó alegrar, y optó por la luz.  Ésa fue y es su santidad. No le tuvo miedo a la alegría.

San José de Anchieta tiene un hermoso himno a la Virgen María, a quien, inspirándose en el cántico de Isaías 52, compara con el mensajero que proclama la paz, que anuncia el gozo de la Buena Noticia. Que Ella, que en esa madrugada del domingo, insomne por la esperanza, no le tuvo miedo a la alegría, nos acompañe en nuestro peregrinar, invitando a todos a levantarse, a renunciar a la parálisis, para entrar juntos en la paz y la alegría que Jesús, el Señor Resucitado, nos promete.

S.S. Papa Francisco

(Homilía durante la Santa Misa de Acción de Gracias por la Canonización de José de Anchieta)

Padre Anchieta1

Oración al Padre Anchieta

Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros,
te suplicamos,
para que, sirviendo fielmente al Evangelio
a ejemplo del bienaventurado sacerdote José de Anchieta,
hecho todo a todos,
nos esforcemos por ganar para ti a nuestros hermanos
en la caridad de Cristo,
que vive y reina.

Te pedimos, Señor, que santifiques con tu bendición
las ofrendas que te presentamos
en la memoria de San José de Anchieta,
y fortalezcas nuestra voluntad en el servicio de anunciar
el Evangelio de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina.

Padre Anchieta

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Padre Anchieta

Padre José de Anchieta, nuevo santo canario