El pájaro

El pájaro

Si fuera yo, si fuera yo, si fuera
un pájaro de llama enamorado,
un pájaro de luz tan incendiado
que en el silencio de tu noche ardiera;

si pudiera subirme, si pudiera
muy más allá de todo lo creado
y en la última rama de mi Amado
pusiera el corazón y el alma entera;

si aún más alto, más alto, y más volara;
allí donde no hay aire ya, ni vuelo,
allí donde tu mano es agua clara

y no es preciso mendigar consuelo,
allí –¡qué soledad!- yo me dejara
dulcemente morir de tanto cielo.

José Luis Martín Descalzo

Poema

POEMA

¿Qué nubes de tormento retumban en mi altura?
¿Sobre qué mar de sangres calientes voy perdida?
Si soy una isla errante sedienta de confines
¿por qué no se divide mi vida en tantas vidas
que pueda repartirme y vivir cuanto ansío?
De mi costado abierta la llaga del destino
toman savia raíces que a otros mundos me ligan
y alimentando sueños, perdida por los años
se me va con mi alma lo mejor de mí misma.

Concha Méndez

Porque, Señor, yo te he visto

Porque, Señor, yo te he visto

Porque, Señor, yo te he visto
y quiero volverte a ver,
quiero creer.
Te vi, sí, cuando era niño
y en agua me bauticé
y, limpio de culpa vieja,
sin velos te pude ver.
Quiero creer.
Devuélveme aquellas puras
transparencias de aire fiel,
devuélveme aquellas niñas
de aquellos ojos de ayer.
Quiero creer.
Limpia mis ojos cansados,
deslumbrados del cimbel,
lastra de plomo mis párpados
y oscurécemelos bien.
Quiero creer.
Ya todo es sombra y olvido
y abandono de mi ser.
Ponme la venda en los ojos.
Ponme tus manos también.
Quiero creer.
Tú que pusiste en las flores
rocío, y debajo miel,
filtra en mis secas pupilas
dos gotas frescas de fe.
Quiero creer.
Porque, Señor, yo te he visto
y quiero volverte a ver,
creo en Ti y quiero creer.

Gerardo Diego

El reloj

El reloj

Esto de no ser más que tiempo espanta.
La solución bajo el costado izquierdo:
un fiel reloj al que jamás me acuerdo
de darle cuerda y, sin embargo, canta.

Canta con un martillo en la garganta,
mas sé que estoy perdido si lo pierdo.
A martillazos vive su recuerdo.
Sin embargo, ni atrasa ni adelanta.

A veces se le olvida hacer ruido.
A veces hace por salir del nido
y si no lo consigue, humano, llora.

A veces suena a Dios. De todos modos
es un reloj y un día, como todos,
se quedará parado en cualquier hora.

Carlos Murciano

Profesión de fe

Foto: pxhere

Profesión de fe

Dios no es el mar, está en el mar; riela
como luna en el agua o aparece
como una blanca vela;
en el mar se despierta o se adormece.
Creó la mar, y nace
de la mar cual la nube y la tormenta;
es el Criador y la criatura lo hace;
su aliento es alma, y por el alma alienta.
Yo he de hacerte, mi Dios, cual Tú me hiciste,
y para darte el alma que me diste
en mí te he de crear. Que el puro río
de caridad que fluye eternamente,
fluya en mi corazón. ¡Seca, Dios mío,
de una fe sin amor la turbia fuente!

Antonio Machado