Fray Domingo Iturgaiz,O.P., dominico y artista

ITURGAIZ

Fray Domingo Iturgaiz

Cena de Santo Domingo

Santa cena junto a Santo Domingo

El dominico Domingo Iturgaiz falleció el domingo 22 de febrero de 2015 en Villava. Artista cristiano que trabajó con las técnicas del mosaico y la vidriera, en línea con la más clásica tradición artística cristiana, pero con un lenguaje plástico completamente nuevo con el que quiso responder a la petición del Concilio Vaticano II y de Pablo VI de reconciliar la Iglesia con el arte contemporáneo.

Perteneció a una generación de artistas dominicos que, animados por fr. José María Aguilar, colaboraron para que la Iglesia se convirtiera de nuevo en referente artístico y no se limitara a reproducir, con escaso acierto muchas veces, obras clásicas, en unas imitaciones carentes de alma.

El periodista Valentín Arteta escribía sobre la obra de Domingo: “Iturgaiz entiende el mosaico, no como una pintura brillante al modo de los murales bizantinos, hechos de incrustaciones de ricas teselas, fabricadas con arenas brillantes de las islas, como por ejemplo la de Murano, cerca de Venecia. Iturgaiz no usa estos materiales ricos, sino por excepción. Se fija más bien en las piedras y cantos rodados humildes, olvidados y pisoteados, que sabe convertir en luces y sombras, en color y dibujo subyacente bajo la materia incrustada”.

Fr. Domingo Iturgaiz nació en Villava en 1932 y entró en la Orden con 16 años. Su primera asignación fue la Virgen del Camino, cuando se estaba construyendo el colegio apostólico y la nueva Basílica. Durante esos años trabajó junto con Francisco Coello de Portugal, Subirachs y Rafols-Casamada en la decoración de la Basílica, Convento y Colegio, realizando las que serán sus obras más significativas.

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Santo Domingo de Guzmán y San Martín de Porres

En el año 1961 marchó a Roma donde cursó estudios de Arqueología Cristiana en el Instituto Pontificio del Vaticano, donde se doctoró. A su vuelta a España alternó la práctica del arte sacro (técnicas del mosaico y vidriera) con la docencia de la Arqueología Cristiana en Historia del Arte Cristiano. Las técnicas en las que siempre destacó fueron el mosaico y la vidriera, que aplicó en sus primeras obras en el campo del arte sacro en la Virgen del Camino, en León (1958) hasta su última obra en La Recoleta Santiago de Chile (1991), pasando por Madrid, República de San Salvador, Miami, San Angelo (Texas), Roma, Pamplona, San Sebastián, Caleruega (1990). A lo largo de su vida expuso sus obras en galerías de Madrid, Pamplona, Salamanca, Segovia, San Sebastián, Zamora y Roma. Un resumen de su obra mosaica se encuentra en el catálogo de su exposición antológica Mosaicos Iturgaiz (1997).

Abandonó su actividad artística en 1995 para ocuparse del estudio y la investigación del arte religioso, centrando especialmente su atención en la iconografía cristiana. Su primera obra fue Iconografía de Santo Domingo de Guzmán (1992). Publicó diversos estudios de carácter histórico-artístico como Santo Domingo de Pamplona (1994), El crismón románico en Navarra.

Fue colaborador en diversas revistas, particularmente en «Archivo dominicano”, con el tema Museografía e iconografía de Santo Domingo de Guzmán (1993-1999) sobre el que publicó varios artículos. Durante años fue consejero asesor de la revista «Ars Sacra», de la Comisión Episcopal Española. En sus últimos años participó en los simposios de Workshop Project, coordinados por el Patrimonio de Bienes Culturales de la UNESCO y del Vaticano, en la ciudad de Venecia, sobre La creatividad del mosaico moderno (1999) y fue invitado a la Catedral Workshop Project en Varsovia (abril de 2000).

Fuente: dominicoshispania.org

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VITRAL

Los mosaicos de Fray Domingo Iturgaiz

Varias imágenes de San Martín de Porres en Tenerife

Capilla El Pilar (Guaza - Güímar)

Capilla El Pilar (Guaza - Güímar) 1

Esta imagen de Fray Martín se encuentra en la ermita de El Pilar, en el barrio güimarero de Guaza. La talla fue donada por trabajadores de la limpieza del municipio de Güímar (Tenerife), que cada 3 de noviembre -festividad de San Martín de Porres-, junto con los vecinos del lugar, se encargan de honrar al santo con flores y una misa en su honor. La misa en la citada ermita se oficia, actualmente, el segundo sábado de cada mes a las 17,00 horas. Desde esta ermita, adscrita a la parroquia de San Pedro Apóstol, se celebra el Domingo de Ramos la eucaristía y procesión del paso de la Santa Cena hasta la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán. (Fotos: cortesía de la parroquia de San Pedro Apóstol de Güímar)

Parroquia San Pedro Apóstol de Güímar

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Parroquia de Nuestra Señora de Las Mercedes (La Laguna)

Imagen que se encuentra en la sacristía de la Parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes, en el valle de Las Mercedes, un bonita zona del municipio de San Cristóbal de La Laguna y uno de los lugares de acceso al Parque Rural de Anaga. (Foto por gentileza de José Gabriel Luis)

Parroquia de Las Mercedes

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Anaga, Tenerife (Virgen de la Caridad del Cobre)

Imagen de Fray Martín de Porres en la Ermita de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, en el caserío de Azano, Taganana (Parque Rural de Anaga). (Foto de Mihaela Loredana)

Sutileza (Cosas de Fray Martín de Porres)

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Un novicio cierto día
en la epidemia pasada
nadando en sudor estaba
que en su fiebre producía;
presa de sordo dolor
dando vueltas en la cama
con voz apagada clama
que venga el Siervo de Dios.

Las puertas están cerradas
pues con grande precaución
se cuida el Padre Lisón
de que queden bien candadas;
sin embargo ante el novicio
se presenta el Santo Hermano
con una muda en la mano
dispuesto a hacerle un servicio.

En una manta arropado
sienta al niño ante un brasero
donde arde un haz de romero
de perfumes saturado.

Ante aquel tenue calor
el muchacho cobra vida
y a su humanidad rendida
vuelve de nuevo el vigor.

Fray Martín toda la ropa
y el gran colchón ha secado
que de sudor empapado
estaba como una sopa;
con cariño al pequeñuelo
le coloca una camisa
nueva y limpia y muy aprisa
lo entra en la cama de nuevo.

El novicio jovencillo
pregunta un poco asustado:
– Oiga, ¿pero cómo ha entrado?
– Silencio, dice al chiquillo.

Y luego puesto a su lado
acaricia su mejilla
donde ya la salud brilla
pues la fiebre se ha nublado.
– ¿Moriré?

Fray Martín, dice de nuevo,
– ¿Quieres morirte?
¿Es que acaso quieres irte
tan pronto a vivir al Cielo?
No morirás, pobrecito,
tu serás un gran talento,
una gloria del Convento.

Y ahora, a dormir un poquito.
Duerme el niño sosegado
y a la mañana siguiente
con aspecto sonriente
recuerda lo que ha pasado.

Fr. A. G.
(Fragmento de «Los Hermanos de Fray Martín», representación escénica de la vida del Beato Martín de Porres)

Fray Aniceto Fernández, O.P. (LXXXII sucesor de Santo Domingo como Maestro General de la Orden de Predicadores)

Fray Aniceto

Fray Aniceto Fernández fue el LXXXII sucesor de Santo Domingo en el gobierno de la Orden, entre los años 1962-74. Arriba, la revista Cruzada Misionera se felicita por su reelección como Superior Mayor de la Provincia Dominicana en España. Fray Aniceto vivió con especial alegría la canonización de Fray Martín. Asimismo, apoyó a Fray Benigno de la Cruz en la labor de éste de dar a conocer la vida del mulato dominico.

Fray Aniceto Fernández, OP

Vivió de modo significativo y ejemplar para Cristo y por su querida Orden de Predicadores.

El Maestro General de los dominicos, Padre Aniceto Fernández Alonso, nació en Pardesivil (León) el 17 de abril de 1895. Cursó el Bachillerato en el Instituto de Oviedo, y las licenciaturas de Teología y Ciencias Exactas en la Universidad Central de Madrid. Hizo el noviciado en Padrón, profesando en 1914 y ordenado sacerdote en 1921 (tomó el hábito junto a Manuel Suárez —otro futuro Maestro de la Orden—, y al mártir dominico Fray José López Tascón). Los Conventos de Corias (Asturias) y San Esteban de Salamanca fueron los principales centros donde cursó su brillante carrera eclesiástica, sobresaliendo por su capacidad intelectual. Era, en este sentido y a modo de valiosa anécdota, el P. Aniceto un gran admirador del erudito dominico Santiago María Ramírez de Dulanto O.P, considerado el más importante filósofo neotomista del siglo XX.

La Facultad de Filosofía del Colegio Internacional «Angelicum», ubicada en Roma, le confió la cátedra de Cosmología, alcanzando el decanato de dicha Facultad posteriormente. En 1946, el padre general de la Orden, Fray Manuel Suárez Fernández, le asoció —Socio del Maestro de la Orden— a sus trabajos como vicario en sus ausencias de Roma. En 1950, el cuerpo electoral de la provincia de España lo eligió provincial de la misma, ejerciendo el cargo durante 12 años. El impulso religioso y científico que dio a dicha provincia es bien conocido. El día 22 de julio de 1962, en la Asamblea General de toda la Orden de Predicadores, el cuerpo electoral le otorga sus votos para regir la Orden entera, siendo designado Maestro General de la Orden (LXXXII sucesor de Santo Domingo en el gobierno de la Orden). Ejerció el cargo durante 12 años (1962-1974), en un período coincidente con los años más complejos del Concilio y Post-Concilio del Vaticano II. Durante su generalato se redactaron nuevas Constituciones, promulgándose el nuevo Libro de las Constituciones y Ordenaciones según las orientaciones del Concilio. En este aspecto, la Orden de Predicadores, bajo el gobierno de Fray Aniceto Fernández, adoptó el ordinario de la misa renovado pero siempre manteniendo los elementos propios de la tradición litúrgica dominicana. También devoto de la virgen María, no dudó en señalar que: «Nuestro Apostolado Dominicano, que es Mariano, debe identificarse con el Apostolado del Rosario».

fray aniceto

El padre Fray Aniceto Fernández impone el hábito de religioso dominico a Fray Rafael Sánchez-Guerra, notable político (secretario de la Presidencia de la II República), periodista, abogado, presidente del Real Madrid (1935-1936) y fraile. Fray Aniceto afirmaba que los novicios son elegidos por un llamamiento sobrenatural, y que el Señor no repara en edades o en otras circunstancias para atraer a los que quiere hacer siervos suyos.

Fray Aniceto

Hombre incansable, realizó numerosas visitas a las provincias, a los monasterios y allá donde hubiera una comunidad de predicadores; preocupándose y alentando a sus hermanos de orden. Asimismo, promovió e impulsó distintos proyectos para seminarios y santuarios dominicos.

El Padre Aniceto, con la estimable colaboración del Cardenal Larraona, redactó los estatutos da la Confederación de religiosos y religiosas de España (Confer); ocupando, por elección, la presidencia de la que fue reelegido tres veces seguidas. Aparte de sus actividades propias, intervino en Congresos y Conferencias, sobre todo en España, París y Roma, y publicó trabajos sobre Cosmología y vida espiritual. En 1974, con motivo del V Centenario del nacimiento de Fray Bartolomé de las Casas, se crea una fundación que pretendía ser una plataforma de confluencia de estudios. Sus creadores fueron los provinciales de la Orden en España junto con el empeño inestimable de Fray Aniceto, que apoyaba el hecho de dar a conocer —de forma verídica y más justa— la vida y la obra de Fray Bartolomé.

Hombre sencillo, cordial, acogedor de toda iniciativa viable, principalmente destinada a promover los derechos del hombre, para España fue una verdadera honra que los dominicos de todas las naciones pusieran los ojos en él para regirles, orientarles y llevarnos a la perfección de sus fines religiosos, humanistas y sociales. En 1963, se le concede la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort en atención a las circunstancias y merecimientos que concurrieron en su trayectoria personal y religiosa (Decreto 1889/1963, 18 de julio). Falleció en Roma el 13 de febrero de 1981. Sus restos mortales se encuentran enterrados en la Basílica de Santa Sabina, también en Roma.

Fray Aniceto, escudo

La Orden ha sido fundada con el fin de evangelizar el mundo tal como se encuentra, en continua gestación de sí mismo. Cerrar los ojos sobre lo que sucede, ceder a un sentimiento de miedo, no afrontar abiertamente estas cuestiones, sería una infidelidad al espíritu de Santo Domingo. Especialmente en los momentos más importantes de la historia de la Orden, este espíritu ha sido revivido por muchos de nuestros hermanos como contemporáneos conscientes de la situación del mundo en que vivían, permitiéndoles ser testimonios eficaces del Evangelio. Por no citar más que algunos, cuyos centenarios nos preparamos a celebrar, ahí están Santo Tomás de Aquino y Fr. Bartolomé de las Casas, grandes genios porque han sido, en gran parte, hombres de su tiempo. Lo que equivale a decir que sin una toma de conciencia de nuestro propio tiempo es imposible anunciar la Palabra de Dios en un lenguaje —de palabras, pero también de vida— que nuestros contemporáneos puedan entender.

Lenguaje de la vida: vivir de un modo que sea significativo para los que nos ven y ejemplar para nuestros hermanos, -ya se trate de nuestra vida comunitaria, de los consejos evangélicos que hemos profesado, de la celebración de la Liturgia de las Horas, de la oración privada, del estudio o de la observancia regular (Const. Fund. § IV).—

Lenguaje de las palabras: Es la manera de presentar el mensaje evangélico para que sea entendido sin que pierda su identidad. Se plantea a este propósito el modo de actuar, y de una manera más general el problema de las prioridades apostólicas.

Fray Aniceto Fernández, O.P.

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En el 34 aniversario de su fallecimiento; en recuerdo de un hombre sabio y bueno. Con cariño y admiración.

Dos oraciones en latín a Fray Martín de Porres

B. Martinus de Porres (1800)

Oratio

Deus, qui beátum Martínum Confessórem tuum per humilitátis iter ad cœléstem glóriam perduxísti: tríbue nobis, quªsumus, ut, ejus exémplo húmiles effécti; exaltári cum ipso mereámur in cœlis. Per Dóminum.

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Beatus Martinus de Porrs

Deus humilium celsitudo, qui beatum Martinum confessorem tuum ad cælestia regna transire fecisti; ejus meritis et intercessione concede, nos ejus humilitatem ita imitari in terris, ut cum ipso exaltari mereamur in cælis.

Cælestibus alimentis enutriti, supplices te rogamus, Domine Deus noster, ut beato Martino confessore pro nobis intercedente, tuis semper valeamus obedire mandatis.