Gracias, Señor

GRACIAS, SEÑOR

Gracias, Señor, porque estás
todavía en mi palabra;
porque debajo de todos
mis puentes pasan tus aguas.
Piedra te doy, labios duros,
pobre tierra acumulada,
que tus luminosas lenguas
incesantemente aclaran.
Te miro; me miro. Hablo;
te oigo. Busco; me aguardas.
Me vas gastando, gastando.
Con tanto amor me adelgazas
que no siento que a la muerte
me acercas…
Y sueño…
Y pasas.

José García Nieto

Plegaria al Corazón de Jesús

Plegaria al Corazón de Jesús

Vuelve tus ojos, de amigo y de hermano,
e infunde en nosotros sentimientos de paz,
de fraternidad y de justicia, que son semillas divinas.
Camina por la senda donde los peregrinos caemos
donde los pies vacilantes, dicen ¡basta! y ya no caminan;
donde el rostro se arruga, decepcionado y cansado de la vida.
Piensa por aquellos que no pensamos más que en lo propio;
por aquellos que sólo miramos el lado humano de las cosas,
por aquellos que nos perdemos lejos de Ti,
y olvidamos tu semblante afable, feliz y regio.
Bendice, Corazón de Jesús, reflejo del amor de Dios;
a los que te buscan y no te encuentran,
a los que dudan y vacilan en la fe,
a los que lloran sin consuelo ni mano amiga,
a los que sólo saben de dolores y caminan bebiendo la copa de la hiel.
Haz, nuestro corazón, semejante al tuyo:
con los mismos sentimientos y donde circule la misma sangre,
con el mismo ritmo e igual movimiento,
con idéntica salud e inquebrantable fortaleza,
con amor sincero y entrega verdadera,
con audacia, valentía y mansedumbre,
con alegría y paz que, sabemos, son estelas divinas.
Y cuando las luchas de los días golpee nuestra carne,
¡danos la vitamina y el tesón de la fe!,
el brillo de la esperanza y el abrigo de la caridad
para que no olvidemos tus santas y buenas promesas.
Corazón de Jesús:
pon paz en nuestras familias y consuelo en todas contradicciones;
ayuda en el día a día e infunde serenidad en el atardecer de nuestra existencia;
bendice cuantos proyectos emprendamos y perdón por nuestros pecados;
llévanos, cara a cara, con los que están fríos para creer en Ti
y danos alegría y optimismo para todos tus sacerdotes.
Que tu imagen, tu cruz, sea en nuestras casas, en nuestro pecho y en nuestro corazón
signo de que eres importante para nuestras decisiones
y la persona más querida en nuestro hogar:
referencia en nuestro ser, vivir y obrar.
¡Gracias, amigo y Señor!

P. Javier Leoz

* * *

El Corazón de Jesús y la Cruz

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
(aprobadas para toda la Iglesia en 1891)

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

(A las siguientes invocaciones se responde:
«TEN PIEDAD DE NOSOTROS»)

Dios, Padre Celestial, -…
Dios Hijo, Redentor del mundo, -…
Dios, Espíritu Santo, -…
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios…-
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, -…
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por elEspíritu Santo, …
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, …
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, …
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, …
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, …
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, …
Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, …
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, …
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,..
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,…
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo…
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios…,
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,…
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,…
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo,…
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad,…
Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor,…
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,…
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,…
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,…
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,…
Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de lasabiduría, y de la ciencia,…
Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad,…
Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace,…
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, …
Corazón de Jesús, deseado de los eternos collados, …
Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia, …
Corazón de Jesús, generosos para todos los que te invocan,…
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad,…
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,…
Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados,…
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, …
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza,…
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,…
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,…
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,…
Corazón de Jesús, víctima por los pecadores, …
Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan,…
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren, …
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,…

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
– Perdónanos Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
– Ten piedad de nosotros.

Jesús, manso y humilde de Corazón,
– Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

Oración: Oh Dios todopoderoso y eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a éstos que piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

Visión de la promesa: Reinaré en España

Reinaré en España

“Después de comulgar”, dice el Padre Bernardo Francisco de Hoyos, “tuve la misma visión referida del Corazón, aunque con la circunstancia de verle rodeado con la corona de espinas y una cruz en la extremidad de arriba, ni más ni menos que le pinta el P. Gallifet. También vi la herida, por la cual parece se asomaban los espíritus más puros de aquella sangre que redimió al mundo.

«Convidaba el divino amor Jesús a mi corazón se metiese en el suyo por aquella herida: que aquél sería mi palacio, mi castillo, y muro en todo lance. Y, como el mío aceptase, le dijo el Señor: ¿No ves que está rodeado de espinas, y te punzarán?: que todo fue irritar más al amor que, introduciéndose en lo íntimo, experimentó eran rosas las espinas. Reparé que, además de la herida grande, había otras tres menores en el Corazón de Jesús: y preguntándome si sabía quién se las había hecho, me trajo a la memoria aquel favor con que nuestro amor le hirió con tres saetas.

«Recogida toda el alma en este camarín celestial, decía: Haec requies mea in seculum seculi: hic habitabo, quoniam elegi eam (1). Dióme a entender que no se me daban a gustar las riquezas de este Corazón para mí sólo, sino para que por mí las gustasen otros. Pedí a toda la Santísima Trinidad la consecución de nuestros deseos: y pidiendo esta fiesta en especialidad para España, en que ni aun memoria parece hay de ella, me dijo Jesús: Reinaré en España, y con más veneración que en otras partes.”

Principios del Reinado del Corazón de Jesús en España.
P. José Eugenio de Uriarte, S.J. (Madrid, 1880)

(1) Ps. CXXXI, 14.
(2) P. Loyola, V. Ms. del P. Hoyos, (l. III, c. 1).

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Visión de la promesa

Fue clara la promesa y ancho el pecho
Para expresarla en carne de verdad.
Y el efesiano: «Dios es caridad»
—Teológica flor— ardió derecho.

Y como si quedara insatisfecho
Su Amor, al redimir la Humanidad,
El centro de la Nueva Cristiandad
En su flagrante Corazón ha hecho.

«Yo reinaré en España». Y en bautismos
De sangre caudalosa y recristiana
Retornaron los pueblos a sí mismos:

Que si otra gente extravasó sus venas,
Para nutrirlas hay, a heridas llenas,
El cuerpo nuevo de la gente hispana.

           Ignacio Quintana Marrero

El Corazón de Jesús y la Cruz

El Corazón de Jesús y la Cruz

No pocas capillas y altares dedicados a Jesús crucificado se van mudando y consagrando al Corazón de Jesús. Este es un hecho. Ahora bien: ¿reúne el Corazón de Jesús la sublimidad del misterio doloroso que redime y ama, el concepto comprensivo de los destinos de la Cruz en la evangelización del mundo? Creo que esta nueva fase de la teología mística es perfectamente explicable y corresponde al refinamiento de las aspiraciones del espíritu cada vez más complejo y sediento de emociones que acorten la distancia que media entre el hombre que asciende a Dios y Dios, que desciende al hombre para comunicarse íntimamente estableciendo el lazo religioso que se apretará allá donde lo bueno se mejora y lo perfecto se perfecciona con progresión indefinida. No queremos deprimir el culto a Jesucristo Redentor; pero sus relaciones con el misterio de su Corazón merecen atento estudio: si el Crucifijo es el amante que se martiriza como Hostia cruenta, el Corazón de Jesús es la misma Hostia que perpetúa su holocausto con vida interminable, con vida viva, si cabe la frase; el Crucifijo ama y muere por amar, el Corazón de Jesús sufre y vive cara seguir sufriendo; Jesús crucificado purifica las almas por el dolor amoroso, el Corazón de Jesús por el amor doloroso; en la Cruz se exhibe Cristo vencedor de la muerte en todos sus miembros; aquí reconcentra todos sus dolores y los brinda en el cáliz de amargura de su Corazón; como si dijéramos el mar hecho una gota, el sol condensado en una chispa.

Mas, si alguno hubiere que exija la efusión de sangre expiatoria y las supremas hermosuras de la muerte, que medite bien, le suplico, en los misterios del Corazón de Jesús. ¿Le falta la Cruz acaso? ¿No la lleva sobre el corazón? ¡Ah! Que ya no es Cristo extendido en ella, sino la Cruz que brota y culmina en su mismo pecho: es su Corazón convertido en Cruz. Y como si fuera insuficiente todo esto y quisiérase integrar el misterio añadiendo los pensamientos a los afectos, despréndese de la cabeza del Crucificado la corona de espinas y cae sobre el Corazón, a fin de que no solamente sea torturado el órgano de la idea, pero también el de las afecciones, y así, entrelazados corazón y entendimiento, prorrumpan en llamas de caridad que suban al cielo y en hilos de sangre que caigan sobre la tierra cual lluvia de amor.

Fray Pedro Fabo del Purísimo Corazón de María (Marcilla, Navarra, 1873-Roma, 1933)

La Hormiga de Oro, 18 de junio de 1936.

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