El vino nuevo
Nos diste un vino nuevo
en dulces tragos de amor,
madurado al sol y al viento
del Espíritu que sopla
en las laderas de Dios.
Vino que fue destilado,
en las bodegas del cielo,
gran reserva de amor,
que se consume en el suelo.
Y se sirve junto al pan
que se devora con hambre
entre destellos de luz
y resplandores de sangre.
Hace siglos que nos diste
de este vino en abundancia
sobre cuencos de alegría,
vino nuevo y con solera,
del que seguimos bebiendo
y brindando todavía.
Y si algún día se agota.
se habrá acabado la fiesta,
por mucho que presumamos
de una mesa muy bien puesta.
Manuel Velázquez Martín
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