TENGO GANAS
(A Oswaldo Brito)
Tengo ganas de amar
al pobre hombre que se droga con ron,
y ganas de abrazar
al niño pobre que come amargor.
Tengo ganas de besar a la viuda,
mocha de dulce amor,
y ganas de abrigar a la huerfanita
que quedó sin calor.
Tengo ganas de aunar
mis lágrimas con madres de dolor
a quienes la voraz
guerra en pozos lutosos sepultó.
Tengo ganas, patrón,
de tus sueldos mezquinos olvidar,
y ganas de que un sol
de justicia alumbre el lóbrego hogar.
Tengo ganas de que no haya color
ni agrio cliché racial,
y ganas de que el cielo llueva amor
como dulce maná.
Tengo ganas de alzar
con los hombres sojuzgados mi voz,
y ganas de soltar
al aherrumbrado en triste prisión.
Tengo ganas de sembrar libertad,
desterrar el terror,
y con duros peñascos escachar
al tirano opresor.
Tengo ganas, oh Dios,
de estrujar con mis manos al satán
que clava el corazón
y al caín que huele a sangre fraternal.
Tengo ganas de tirar al avión
preñado de maldad,
y ganas de hundir al barco invasor
en el fondo del mar.
Tengo ganas de paz,
como de agua el suplicante cardón.
Quiero sólo escuchar
del hermano-hombre toda la canción.
Francisco Tarajano
«Años malditos» (1980).
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