Palabras de Dios
Palabras humanas el corazón delirante
del hombre espera en su pobre estulticia
de Ti, Señor, por lo que su maldad le llama
a pedir de tu voz rudo clamor
y no repara en que de Ti la brisa
habla, y melodía de pájaro perdido
repite al campo alto tu verso
y el grillo sobre un hilo de hierba suave
tu poema difunde y hasta por el fondo
de oculto barro un canto al cielo sube.
En todo hablas desde la primera edad
que encierra gran tiempo profundo
y siempre nuevas y arcanas voces hallas
para suscitar el improviso encanto
que siempre vivo resurge, humano llanto
consolando, enredado en duras zarzas.
Pero más tu voz poderosa y extensa
de relámpagos mudos levántase que el cielo
atraviesan; con ímpetu de fuego vivo
estremeciendo de repente:
palabras que de llamas revestidas,
de majestad tremenda, ardor espiran
como de caridad por gran celo encendida,
se ensancharán infinitas,
y todo quema el Verbo tuyo encerrado
en brillantes sílabas. Al Gran Día
tal resplandecerá Sentencia al corazón, adorno
en tu Belleza pura, humilde, suelto.
Angelo Josia, Roma.
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