Dios hace, el hombre es hecho (Deus facit, homo fit)

Deus facit, homo fit

No eres Tú hacedor de Dios
sino Dios alfarero tuyo.

Si tú eres, pues, obra de Dios,
presta atención a la mano del Artista,
que todo lo hace a su tiempo,
pensando en ti, obra de sus manos.

Preséntale un corazón dócil y tierno
y conserva la forma que el Artista te dio;
posees en ti el Agua (del Espíritu),
sin la cual, al endurecerte,
pierdes el tacto de sus dedos.

Si te dejas moldear, alcanzarás la perfección,
pues Dios, con su arte, disimulará en ti el barro.

   San Ireneo de Lyon