¿Qué tiene tu corazón?

¿Qué tiene tu corazón?

¿Qué vi notable, Dios mío,
en tu hermoso corazón,
que me ofusca la razón
y me roba el albedrío?

¿Por qué yo que siempre fui
hacia tu iglesia perjuro
siento al mirarte tan puro
deleite dentro de mí?

¿Cómo aquella desazón
que sin cesar me ha embargado
se ha en dicha eterna tornado
al mirar tu corazón?

¿Qué, Padre mío, vi en él
que me torna bondadoso
cuando un infierno horroroso
me atenazaba cruel?

Yo, que jamás he sabido,
qué fuera remordimiento,
no sé en la sangre qué siento;
algo que nunca he sentido.

Yo, que me he encolerizado,
cuando alabarte sentí,
siento un cariño hacia ti
jamás por nadie igualado.

¿Qué merecía, Señor,
el que burlarse quería
de tus dolores un día
y hoy te tiene tal amor?

Sufro; pero este sufrir
algo es sobrenatural
que torna en dicha mi mal
y hace gozando vivir.

¿Cómo antes no comprendí
¡cien mil veces desdichado!
que solamente a tu lado
se goza y se sufre así?

Dios mío, si ser pudiera
no me quisiera apartar
nunca de vos y gozar
esa amistad verdadera.

Y pues Tú dentro de mí
a todas horas, Señor,
estás, desea mi amor
alojar dentro de ti.

Tú que puedes mi destino,
Padre mío, variar
no me dejes vacilar
y guíame en el camino.

Dime cómo llegaré
a ser siendo un hombre vivo
de ese corazón cautivo,
y no dudes que lo haré.

Porque no es, Señor, ni anhelo
cuando me muera gozar
viéndome por Ti alojar
en el prometido cielo;
sino quiere mi razón,
pues Tú me adoras así,
no gozar dichas allí:
vivir en tu corazón.

            S. Pérez de Bustamante (Madrid).

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.