Himno a San Juan Bautista: Ut queant laxis resonare fibris

Tres nacimientos celebra la Iglesia: la de Cristo, la de la Virgen y la de San Juan; porque sólo de estos tres sabemos que fueron totalmente santos en su nacimiento. La gran fiesta de San Juan es la del nacimiento del Santo Precursor. San Juan es el más grande de los Profetas, y más que profeta, porque preparó inmediatamente los caminos para la entrada en el mundo del Salvador, y señaló con el dedo al Cordero de Dios, al que quita los pecados del mundo. En este día tan señalado, que mejor manera de celebrarlo que cantar con júbilo este conocido himno a San Juan Bautista, «Ut Queant Laxis», escrito por el historiador Pablo el Diácono en el siglo VIII.

UT QUEANT LAXIS RESONARE FIBRIS

Ut queant laxis resonare fibris
Mira gestorum famuli tuorum,
Solve polluti labii reatum,
Sancte Joannes.

Nuntius celso veniens Olympo,
Te patri magnum fore nasciturum,
Nomen, et vitae seriem gerendae
Ordine promit.

Ille promissi dubius superni,
Perdidit promptae modulos loquelae:
Sed reformasti genitus peremptae
Organa vocis.

Ventris obstruso recubans cubili
Senseras Regem thalamo manentem:
Hinc parens nati meritis uterque
Abdita pandit.

Sic decus Patri, genitaeque Proli,
Et tibi compar utriusque virtus,
Spiritus semper, Deus unus, omni
Temporis aevo

                                ∼

HIMNO A SAN JUAN BAUTISTA

Con el objeto de que nuestras voces
Puedan cantar tus grandes maravillas,
Desata nuestros labios mancillados,
Oh San Juan el Bautista.

Un Ángel del Señor trajo a tu padre
La nueva de que pronto nacerías,
Y le dictó tu nombre y le predijo
El curso de tu vida.

Pero como dudara de estas cosas
Perdió la voz y el habla Zacarías,
Y sólo las halló cuando tus ojos
Vieron la luz del día.

Desde el vientre materno presentiste
A tu Rey en el Vientre de María,
Y al revelárselo a Isabel mostraste
Lo que después serías.

Gloria al Padre celeste, gloria al Hijo
Que engendrado por Él en Él habita,
Y gloria al Paracleto que los une,
Por tiempos sin medida.

* * *

San Juan Bautista Telde

Oración

Sagrado precursor de Cristo, que santificado en el vientre de vuestra madre, fuiste la admiración del mundo en el ejercicio de las virtudes y en los privilegios con que te enriqueció Dios. Ángel en la castidad, apóstol en el celo y predicación, y mártir en la constancia con que por reprender al incestuoso Herodes ofrecisteis la cabeza al cuchillo, y en las luces sobrenaturales de que te dotó el cielo, profeta del que llegó a decir el mismo Cristo: «Entre los nacidos de las mujeres ninguno mayor que Juan Bautista»; suplica al Señor que:

por tu penitencia me haga mortificado,
por tu soledad, recogido,
por tu silencio, callado,
casto por tu virginidad,
espiritual por tu contemplación,
e invencible a mis pasiones por la victoria que tu alcanzaste de tus enemigos, para que logre verte en la patria eterna. Amén.

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