Sequía (poema)

Sequía

He salido y mis pies pisaban
un crujido de hierba reseca,
de hierba amarilla;
y el cauce del río, sin río,
estaba sin verde ribera.
He sentido en mi boca la sed de los árboles,
la sed de la hierba,
la sed de la oculta simiente
que guarda el asombro de las hojas tiernas
y he mirado hacia el cielo sin nubes
y he clamado al cielo.
He clamado al cielo buscando la lluvia,
la caricia blanda y dulce de la lluvia,
la voz de la lluvia, tan clara y tan fresca.
El cielo ya nada sabía
de nubes repletas,
de rebaños de nubes cuajadas,
y he vuelto a la tierra sedienta,
y he sentido piedad; inclinándome,
he bajado a tocar con mis brazos abiertos
la sed de la tierra.

               Ángeles Escrivá