Enséñame, Señor, tus caminos
Enséñame, Señor, tus caminos.
Hazme comprender
que no soy un solitario
por las veredas de la vida.
Tú eres un Dios compañero, amigo;
un Dios caminante que precedes mis pasos
y me esperas por donde tengo que atravesar.
Enséñame, Señor,
que tú haces tuyos mis caminos
y los riegas de amor y de verdad.
Enséñame, Señor,
que tú reservas el camino de mi vida ordinaria
para enseñarme tus secretos
y para sellar una alianza duradera conmigo.
Enséñame, Señor, que mis caminos
son un lugar de encuentro contigo
para hacer el camino contigo
y de mi camino,
tus caminos.
Álvaro Ginel
Debe estar conectado para enviar un comentario.