Invocación de una madre

Tú, que sobre las estrellas
Encumbrado,
Eres de Vírgenes bellas
Adorado…

A quien mil y mil querubes
A porfía,
Tributan de incienso nubes
Todo el día!

Tú, de la humana flaqueza
Dulce faro,
Tú, de la humana tristeza
Dulce amparo!

Oye el ruego fervoroso
De una madre,
Que eres todo Poderoso,
Y eres Padre!….

Por los suspiros dolientes
Que María
Sobre tus Hagas ardientes
Despedía…

Por tu sepulcro sublime,
Venerado,
Do el fiel sus labios imprime
Desolado…

Vuelve a la virgen que adoro
La salud,
Que es, buen Dios, almo tesoro
De virtud!…

Sin ella, todo aflicción,
Un desierto…
Dios mío, por tu oración
En el huerto!

             José P. Sansón

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