Impetración al Beato Martín de Porres, O.P.
¡Oh espejo de inocencia, dechado de humildad, estrella rutilante de la Iglesia, beatísimo Martín! Yo bendigo al Dios omnipotente, Señor de infinita Majestad, por haber concedido el favor señaladísimo de su ardiente amor y le pido que pronto te veamos elevado a la dignidad de santo. Me rindo ante ti, como hijo sumiso de la Iglesia, en homenaje sincero y amoroso al mismo Dios, del que eres con tu santa vida y virtudes, pregonero incansable y ardiente apóstol. Mi alma se estremece de alegría al verte glorificado en el cielo, e inundada de confianza por los divinos destellos de santidad que en ti fulguran, se acoge reverente, a tu amparo y protección. Y puesto que eres padre cariñoso de los pobres, socorro de los necesitados, milagro y solicito enfermero, recibe la súplica ardiente que mi alma pobre, necesitada y enferma te dirige, y haz que consiga las gracias que por tu intercesión imploro, si es para gloria de Dios y fruto de mi espíritu. Amén.
Debe estar conectado para enviar un comentario.