Iglesia de Santo Domingo en la ciudad gaditana de Jerez de la Frontera
Capilla de San Martín de Porres en el templo dominico. Foto: alospiesdelmadero.blogspot.com.es
Durante la celebración de su Triduo. Foto por gentileza de Jonathan Méndez Robles
Cuadro representando a San Martín de Porres, que recibió las oraciones y plegarias de sus muchos devotos jerezanos antes de contar con capilla propia.
El conjunto conventual y eclesiástico de Santo Domingo es una de las más valiosas muestras del patrimonio andaluz, en cuya arquitectura se conjugan variedad y perfecta armonía de elementos mudéjares, góticos y renacentistas. Su importancia histórica radica es ser uno de los primeros templos en levantarse fuera del recinto amurallado de la ciudad de Jerez de la Frontera. La Orden de Predicadores se instaló aquí en el Siglo XII, después de la reconquista de la ciudad por Alfonso X el Sabio. La tradición cuenta que en la iglesia de Santo Domingo se celebró la primera misa católica en Jerez, tras la Reconquista, oficiada por el patrón de los marineros, Pedro González Telmo.
Virgen de la Consolación, compatrona de Jerez de la Frontera
Fachada de los claustros de Santo Domingo, uno de los mayores espacios de clausura del gótico andaluz
En el convento sobresale principalmente su maravilloso y recién restaurado claustro de estilo gótico, considerado uno de los más importantes de España por su grandeza y ejecución técnica. También destaca sobremanera el barroquismo del Altar Mayor, obra de gran belleza y de autor desconocido. La portada plateresca de la capilla de Nuestra Señora de la Consolación, copatrona de la ciudad, es un valioso exponente del arte renacentista, obra de Andrés Benítez (1537); la imagen de la Virgen de Consolación, una pequeña imagen de alabastro, representa a la Virgen María amamantando al Niño sobre un carro tirado por bueyes. La siguiente valiosa joya arquitectónica es la Capilla de la Virgen del Rosario de los Montañeses (nombre que proviene de familia de antiguos bodegueros originarios de Santander). Otras estancias del conjunto de indudable belleza son: la Sacristía, una valiosa muestra de estilo renacentista; el Oratorio de Diego Ribadeneira, una pequeña cubierta con bóveda de cañón con los relieves de los cuatro evangelistas; el Refectorio, construido por Bartolomé Sánchez, también cubierto por una gran bóveda de cañón renacentista en la que se encuentran representados en grandes medallones a Santo Domingo de Guzmán, San Pablo, San Andrés y Santa Catalina de Siena; el Dormitorio o Sala de Profundis, con sus respectivas celdas -diez-. En esta iglesia, que cobra gran protagonismo durante la Semana Santa jerezana, tienen establecida su sede canónica la Archicofradía del Rosario y la Hermandad del Rocío de Jerez.
Fray Martín Blog 
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