Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús se extendió por el orbe católico como una forma de sentir a Jesús más cerca de nuestra vida, de nuestras luchas y sufrimientos. El corazón simboliza, culturalmente, el centro del ser humano, su parte más sensible y poética. Es, por ello, el símbolo del amor. Por eso la celebración de esta solemnidad nos tiene que ayudar a recordar que adoramos a un Dios «cordial», un Dios con corazón sensible que nos conoce y cuida, de igual manera que si un pastor pierde a una oveja hará lo imposible por recuperarla. Y Dios siempre nos ofrece la posibilidad de volver al cielo perdido por la fuerza del pecado. La alegría celestial ha de ser también nuestro gozo, aquí y ahora:

¡Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío!. Es el corazón que más ha amado y más me ama, el único que ama como soy, el único fiel. Y es el modelo para mí: Jesús, manso y humilde de corazón, compasivo y misericordioso, haz mi corazón como el tuyo.
 Sagrado Corazón de Jesús

Acto de Confianza en el Corazón de Jesús

Oh, Corazón de Jesús, Dios y Hombre verdadero, delicia de los Santos, refugio de los pecadores y esperanza de los que en Ti confían; Tú nos dices amablemente: Vengan a Mí; y nos repites las palabras que dijiste al paralítico: Confía, hijo mío, tus pecados te son perdonados, y a la mujer enferma: Confía, hija, tu fe te ha salvado, y a los Apóstoles: Confíen, Yo Soy, no teman.

Animado con estas palabras acudo a Ti con el corazón lleno de confianza, para decirte sinceramente y desde lo más íntimo de mi alma: Corazón de Jesús en Ti confío.

Sí, Corazón de mi amable Jesús, confío y confiaré siempre en tu bondad; y, por el Corazón de tu Madre, te pido que no desfallezca nunca esta confianza en Ti, a pesar de todas las contrariedades y de todas las pruebas que Tú quisieras enviarme, para que habiendo sido mi consuelo en vida, seas mi refugio en la hora de la muerte y mi gloria por toda la eternidad. Amén

≈ ≈

Enlaces recomendados:

Sagrado Corazón de Jesús: Origen. Oraciones. Novena

Sagrado Corazón de Jesús: Teología. Práctica Sacramental. Escritos

Nuestra Señora de Akita, la «Fátima de Oriente»

Virgen de Akita (Akita, Japón)

 Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados; líbranos del fuego del infierno; lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia.

Akita es una continuación de los mensajes de la Santísima Virgen María advirtiéndonos de las consecuencias de vivir sin Dios; pero a su vez, lleva consigo un mensaje de salvación y esperanza para la humanidad. La milagrosa imagen, símbolo de tan extraordinario acontecimiento, está inspirada —es ciertamente importante este rasgo—en Nuestra Señora de Todos los Pueblos como Corredentora (una aparición de la Santísima Virgen en la ciudad de Ámsterdam, Holanda, en el año 1945) pero dándosele rasgos orientales en su rostro. La misma había sido encargada por la superiora de un convento, a finales de la década de los sesenta, en agradecimiento por la curación de una de las novicias del claustro.

En el año 1973, la hermana Agnes Katsuko Sasagawa recibió tres mensajes —el primero de ellos un 12 de Junio del citado año— a través de una talla de madera de la Virgen María que le hablaba con una voz de belleza indescriptible. La imagen, que emanaba un delicioso perfume, lloró ciento y una veces en el transcurso de varios años (desde el 4 de Enero de 1975 hasta el 15 de Septiembre de 1981). Posteriormente se hicieron públicos algunos hechos sobrenaturales o milagrosos producidos por intercesión de la Virgen. Entre otros, la hermana Agnes sufrió estigmas en la palma de su mano derecha y, a su vez, la palma de la mano derecha de la talla también sangró de una herida en forma de cruz. Fueron cientos de personas los que presenciaron estos hechos: quiera la Santísima Virgen que estos milagros hayan sido el comienzo de una gran abundancia de gracias espirituales para el País del Sol Naciente.

Vírgen de Akita

El día que comenzó la lacrimación, el ángel se apareció a sor Agnes Sasagawa y le dijo:

No te sorprendas de ver a la Santísima Virgen María llorar. Una sola alma que se convierta es preciosa a su Corazón. Ella manifiesta su dolor para avivar vuestra fe, siempre tan inclinada a debilitarse. Ahora que habéis visto sus preciosas lágrimas, y para consolarla, habla (de esto) con valor, extiende esta devoción, para su gloria y la de su Hijo»

Nuestra Señora de Akita habló también del Rosario y de la “Señal dejada por mi Hijo”, como fuentes de consuelo para el período de expiación que todavía está por sobrevenir a la humanidadEn Abril de 1984 se produjo la aprobación eclesiástica de las lágrimas de la imagen y los mensajes de la Virgen, y se autorizó la veneración de la Virgen de Akita. En Junio de 1988, Joseph Cardinal Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, impartió el juicio definitivo sobre los eventos y mensajes de Akita, juzgándolos confiables y dignos de fe. El cardenal observó que Akita es una continuación de los mensajes de Fátima.

Vírgen de Akita 1

Oración dictada a Sor Agnes por la Virgen de Akita

Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Santa Eucaristía, te consagro mi cuerpo y alma para ser enteramente uno con Tu corazón, sacrificado cada instante en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, implorando por la venida de Su Reino.

Ruego que recibas esta humilde ofrenda de mi ser. Utilízame como quieras para la gloria del Padre y la salvación de las almas.

Santísima Madre de Dios, no permitas que jamás me separe de tu Divino Hijo. Te ruego me defiendas y protejas como tu hijo especial. Amén.

* * *

Historia de Akita y aprobación eclesiástica. Mensajes

En Japón se celebra el 3 de Mayo, con procesión y peregrinaciones, la Virgen de Otome Toghe (lugar donde se encuentra el santuario de la Virgen) o también llamada Nuestra Señora de Tsuwano. Igualmente, es una Virgen de Fátima. Su santuario se levanta en el lugar donde se apareció la Virgen para animar a los mártires japoneses.

Solemnidad del Corpus Christi (Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo)

porres-corpus

Dios mío yo creo, adoro, espero y os amo, os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y os ofrezco el precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, que se encuentra presente en todos los Sagrarios de la tierra, y os lo ofrezco, Dios mío en reparación por los abusos, sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido. Amén.

≈ ≈ ≈

CORPUS CHRISTI

Historia de la Solemnidad del Corpus Christi

Fiesta del Beato José de Anchieta, S.J., apóstol de Brasil y natural de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife)

P.Anchieta

José de Anchieta (San Cristóbal de La Laguna, 19 de Marzo de 1534 – Reritiba, Ciudad de Anchieta, 9 de Junio de 1597) fue un misionero jesuita y humanista de primer orden: poeta, dramaturgo, filólogo, fundador de ciudades, enfermero, asceta, naturista… Perteneciente a una familia acomodada —de ascendencia vasca por parte paterna y canaria por su madre— pronto fue enviado a estudiar a la Universidad de Coimbra (Portugal), donde cursó estudios de retórica y dialéctica. De temprana vocación religiosa, ingresó en la Compañía de Jesús y fiel a su espíritu deseó ir a Brasil como misionero. En este país realizó una enorme labor humana y religiosa, especialmente con los nativos e indígenas. Asimismo, promovió la conservación y fomento de las lenguas nativas de las que llegó a ser un gran experto. Fue uno de los fundadores de la ciudad de Sao Paulo (1554), y también participó en la fundación de Río de Janeiro (1567). Juan Pablo II lo beatifica el 22 de Junio de 1980, llamándole el «Apóstol de Brasil», destacando su celo ardiente e infatigable, su oración continua, su devoción a la virgen y su defensa de los indios contra las injusticias de los colonizadores. (Homilía del Santo Padre durante la misa celebrada en su honor).

“Yo nací porque

tú mueras,

porque vivas moriré,

porque rias lloraré,

y espero porque esperas,

porque ganes perderé”.

(Padre José de Anchieta, S.J.)

Padre Anchieta1

Oración al Padre Anchieta

Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros,
te suplicamos,
para que, sirviendo fielmente al Evangelio
a ejemplo del bienaventurado sacerdote José de Anchieta,
hecho todo a todos,
nos esforcemos por ganar para ti a nuestros hermanos
en la caridad de Cristo,
que vive y reina.

padre anchieta

Artículos recomendados:

Beato José de Anchieta, apóstol de Brasil (José María Iraburu)

José de Anchieta: el primer literato de Brasil, enfermero, misionero y fundador de ciudades (Charles Reding)

Martín el enamorado

Enamorado de Dios y enamorado de los hombres: o sea, casi lo contrario a un filántropo. Presente en su sociedad y precursor de tantos movimientos sociales que le urgía resolver desde la caridad de Cristo que le abrasaba en sus intensos y prolongados ratos de contemplación. Martín o el amor, no a la humanidad, sino a los hombres (a éste, a ese y al otro: personalmente; como Cristo)

Fr. Alberto Escallada, O.P.