Santo Domingo de Guzmán adorando al Niño de Belén. Iconografía de Fernando Cabedo Torrents (Misal diario dominicano, 1958)
Oh Dios, que de modo admirable has creado al hombre a tu imagen y semejanza, y de un modo más admirable todavía restableciste su dignidad por Jesucristo, concédenos compartir la vida divina de aquel que hoy se ha dignado compartir con el hombre la condición humana.
Debe estar conectado para enviar un comentario.