MARTÍN
Martín, tu entrega fiel y silenciosa
escapa muchas veces la mirada,
ser santo nos enseñas en la hermosa
acción que al ser piadosa se hace amada.
El pobre y el enfermo te reclaman
orar, sacrificarse en duro suelo.
Te hicieron el humilde que los ama
y en ti, encuentran paz, salud, consuelo.
Amaste a Jesucristo en su agonía
y fuiste amigo de los animales
con esa escoba eres la alegría
de todo aquel que libras de los males.
Martín nuestra parroquia te celebra
desea firmemente el imitarte
ser como vos y amarte en esta fiesta
pues tanto amor tú siempre nos brindaste.
Padre Jorge Amado, poeta (2009)
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«Se llamaba Martín»
Una historia hermosa, vamos a contar, porque de alegría
nos hace cantar Martín (BIS)
Érase un negrito, que de pequeñito ya solía rezar
y cuando veía hombres que sufrían ya sabía llorar.
Martín, se llamaba Martín,
negrito chiquitito,
con alma de marfil.
Gatos y ratones, en el mismo plato, hacía comer
y el odio en los hombres, con su alegre escoba, lograba barrer.
Martín, se llamaba Martín,
negrito chiquitito,
con alma de marfil.
Si a ti Martín, blanco de nieve, te hizo Dios
hasta el cielo azul, lleva a los hombres, con ese amor.
Martín, se llamaba Martín,
negrito chiquitito,
con alma de marfil.
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