TRABA EL TRINO AGUDO EL TROVADOR
Traba el trino agudo el trovador,
la luz del día alumbra en su carrera,
a mi corazón, otra primavera;
¡a mi jardín arriba un ruiseñor!
Confín del espirio, y, mil y una flor,
do silba verso a verso, noche entera,
a esperar que llegue su carcelera,
silbo que el aire lleva en su rumor.
Sangra el corazón de ausencia y pena,
su congoja tiznó la madrugada.
¡En todo amor vence la asimetría!
Yo abrigo oír la dulce aria de sirena,
¡antes del cierre y última parada!,
¡antes del próximo y último tranvía!
José Jaime Capel Molina
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