Melancolía

Melancolía

Esta melancolía que no es desesperanza
Sino paz de mi tarde en pulida añoranza
Delicia de un gozar reposado y sujeto
Y el día es un amigo que acompaña el secreto.

Esta desilusión encauzada valiente
Es al fondo del alma purificada fuente
Regusto de mi espíritu y sal de mi poesía
Entre el andar a solas por la conciencia mía.

Esta razón callada, desconocida y fuerte
Es bello soliloquio que sólo Dios advierte
Como riqueza íntima, acrisolada y buena
Gustada en el atajo del olvido y la pena.

Esta fiel soledad sin amargor usada
Es sin igual remanso de la verdad amada
Y en fruto de mi ánimo guardado y pensativo
La voz que en lo profundo me explica por qué vivo.

                             Elina Castellanos

Maternidad

Maternidad

Jóvenes madres, cálidas y bellas,
caminando en las tardes soleadas,
algo cansado el paso, casi leve,
algo apagada la pupila clara.

Jóvenes madres, traspasáis apenas
el umbral de las treinta primaveras.
Y hay una leve sombra en la mejilla
donde puso la flor su luz primavera.

Jóvenes madres, como verdes ramas
que bordean las blancas avenidas,
atentas guardadoras de la infancia,
criaturas de sol y ya marchitas.

Noche de insomnio y vela, días largos
esperando el reposo, el sortilegio.
Las horas pesan. Pasan navegando
los veleros azules del ensueño.

Jóvenes madres, nadie sabe cuánto
cuesta tener la lámpara encendida,
ni cuánto, en tantos años de silencio,
os exige la vida al dar la vida.

                        Pino Ojeda

Imagen ilustrativa: Roberto Pizano, «Maternidad». 1926. Óleo sobre lienzo