No hay en los barrios populares de la capital de España recién casada que no vaya A pedir después de su boda la protección de la Virgen bendita de la Paloma para que la vaya bien en su matrimonio; así como no hay madre que no lleve al humilde santuario el hijo recién nacido para que se críe fuerte y sano y sea dichoso al avanzar en el camino de la vida. Esta devoción, eminentemente madrileña, es de fines del siglo XVIII. En un corral, propiedad de las monjas de Santa Juana de Alcalá de Henares o San Juan de Alcalá, que estaba en esta calle, se crió una paloma que se posaba sobre la imagen de la Virgen de las Maravillas siempre que la llevaban en procesión. En tosco lienzo se reprodujo esta escena, y habiéndolo encontrado unos muchachos que se disponían a jugar con él, le rescató de sus manos una piadosa mujer llamada María Isabel Tintero, y limpiándolo cuidadosamente, alumbrándolo y adornándolo lo mejor que pudo, lo colocó en el portal de su casa, donde veneraron a la Excelsa Señora las vecinas primero, y todos los habitantes del barrio después.
Se dijo que la Virgen que tenía la paloma hacia milagros. La reina María Luisa pidió su intercesión en la grave enfermedad que sufría uno de sus hijos, y como el niño sanase, fue con gran solemnidad, y acompañada de sus damas, a la humilde calle para hacer ofrenda a la imagen que se veneraba en el portal de Isabel Tintero, del mejor traje que tenía el Infante, mandando corriese de cuenta de Palacio el alumbrado de la Imagen.
La iglesia fue construida con las limosnas que recogía Isabel, el año 1795, por D. Francisco Sánchez, discípulo de Ventura Rodríguez, y desde entonces acá ha ido creciendo la devoción de los madrileños, y especialmente de las madrileñas, por la Virgen de la Paloma.
Lavandera que pierde una prenda en el río, a la primera que se encomienda para encontrarla es a la Virgen de la Paloma. Cigarrera que sufre una aflicción, a la Virgen pide su consuelo y su remedio, y para ir a su iglesia cuando sale a la calle, después de haber tenido un hijo, se viste con sus mejores prendas, luciendo tal mantilla de blondas y el pañolón de Manila. Igual devoción que la mujer del pueblo, profesa a la bendita Imagen la dama de alta alcurnia, si es madrileña neta.
Revista Hormiga de Oro, agosto de 1910.
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Oración
Oh, Virgen Santísima, que antes que hubiera mundo ya fuisteis concebida en la Sabiduría de Dios, teniéndola infusa porque no perdisteis la primera gracia, siendo concebida sin ninguna sombra de pecado ni malicia! Toda hermosa, toda perfecta, toda amada del Esposo Jesucristo, siendo Vos su Esposa y Paloma inmaculada, cándida en extremo, sencilla, y la más humilde y recatada de todas las criaturas, dotada de todas las virtudes, y ajena de todo vicio y corrupción mundana: haced que yo imite vuestra pureza y perfección; encended en mi espíritu la llama de la virtud; arrancad de raíz el vicio que me oprime; conducid mis pasos por la senda de la humildad y contrición de mis pecados; para que uniéndome estrechamente con Vos, consiga más fácilmente vuestra intercesión, y logre esto que pido si es voluntad del Señor. Amén.
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